Ningún cabo suelto

LO ADVERTIMOS en estas líneas desde hace meses: «El Cachorro», Ramón Santini Cobos, en la presidencia del PRI hizo a un lado el trabajo con las bases partidistas y los sectores. Temas de salud y personales le robaron el tiempo a sus responsabilidades políticas, que no pudo compensar porque además su agenda social dedicada a la fiesta charra también es muy intensa. Como saldo entregó un partido desfondado en sus estructuras, con fuga de militantes, liderazgos y representantes populares que buscaron mejor destino en las otras fuerzas partidistas. Porque la impresión que daba el PRI de Santini fue siempre de vacío y resignación a una derrota anticipada. Basta con leer los comentarios que le han dedicado en las redes sociales a la publicación que dio a conocer hace unas horas, anunciado que se hace a un lado del PRI, al que no renuncia, pero con tono de chantaje asegura que «hace una pausa» mientras Alito dirija al partido.

Todo porque asegura que Alejandro Moreno le dio su palabra de honor de entregarle una candidatura plurinominal, con el champotonero Pablo Angulo de testigo y no lo cumplió. De entrada, Santini se vio novato creyendo en la palabra de honor de Alito Moreno, que bien se sabe es palabra de «horror». Sin embargo, a juzgar por la gran mayoría de las reacciones y comentarios negativos a su carta tampoco se la merecía. Por el contrario, en su misiva confirma que desde la presidencia estatal priista se dedicó a perseguir su reelección y al no obtenerla hizo berrinche pretendiendo pasar como «víctima». «Nos vemos pronto» escribió en sus redes para acompañar su escrito de despedida. Seguro será tan pronto como reciba luz verde de sus nuevos jefes políticos.