“Regresa el Tren”

Luis Ferrer Novelo

Recuerdo haber visto una publicación, en redes sociales, donde un internauta preguntaba, si habían tenido oportunidad de viajar en tren, a lo que la gente ya mayor hacía referencia de sus experiencias con el desaparecido Ferrocarril del Sureste, que fue una línea que unió a la península con el resto del país y que comenzó a construirse en 1875. Los comentarios, todos buenos, evocaban la eficiencia que la región necesitaba para el transporte de sus productos, que vino a empoderar la región del sureste mexicano, en un proyecto que culminó después de múltiples iniciativas que despuntaron ya entrados en la década de los treinta, y que denominaron la conquista de la selva maya por el ferrocarril.

Hacer realidad la línea del sureste implicó una obra titánica para la entonces Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, la desaparecida SCOP, al transportar materiales, trenes y hombres al sureste mexicano; desmontar la selva y diseñar numerosos puentes que dieran continuidad a la vía. Esto requirió la adquisición de una flota de distintos tipos de embarcaciones, la construcción de pistas de aterrizaje y la compra de avionetas, así como la instalación de una fábrica de tubos de concreto en Tenosique, Tabasco, sin mencionar la edificación de campamentos, hospitales y escuelas administradas por la misma Secretaría.

Se evoca esta época con algo de romanticismo, porque no ha sido diferente implementar el proyecto actual del “Tren Maya”. Hacer el trazado nuevo del recorrido de este tren, hoy lo sabemos, ha traído desde el descubrimiento de nuevos vestigios de la cultura maya, hasta nuevos afluentes, ríos y manantiales que conforman la gran riqueza de la península, y porque no fue tan diferente en las palabras de la gobernadora del Estado, Layda Sansores, al referirse a este proyecto: “Para el sur sureste el tren maya es como una revolución social, una convocatoria a cuidar el medio ambiente y a alentar la productividad: crear empleos, desarrollar el turismo; es poner al alcance de todos la belleza natural de esta región inigualable en el mundo”. Con estas palabras enmarcaba su participación ayer en la conferencia mañanera, vestida con un elegante terno, acompañando al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Se destacó en la mañanera el avance en el tramo 2, que se encuentra enteramente dentro del Estado de Campeche, se extiende por 234 kilómetros, de Escárcega a Calkiní y pasa por seis municipios y 31 localidades. Cuenta con dos estaciones que son Edzná y Campeche, y con tres paraderos: Carrillo Puerto, Tenabo y Hecelchakán. Además de que en Escárcega se pretende tener cocheras y talleres y una base de mantenimiento en Edzná.

Hay que decir que es una obra buena para el Estado que generará 147 obras sociales en distintas comunidades, acciones de bienestar, mejoramiento de zonas arqueológicas, entre otras acciones.

La nota la dio la gobernadora al destacar que “con el apoyo de nuestro presidente y de María Luisa Albores, una supermujer, secretaria de Semarnat, Balam kú y Balam Kin se agregan a la reserva de la biosfera de Calakmul y hoy Campeche puede presumir que tiene el macizo forestal más grande de México gracias al Tren Maya”.

Y coronó su intervención refiriéndose al presidente diciendo: “‘Es una obra colosal que solo la fuerza, la voluntad y la pasión de un hombre harán posible lograr”.

Bien y de buenas se le vio a López Obrador al referirse a Campeche, que está haciendo la tarea y muy bien, siendo facilitador de esta importante obra a inaugurarse en el 2024.