Ningún cabo suelto

LOGRARON ponerse de acuerdo los sindicatos de personal académico y administrativo con las autoridades de la Universidad Autónoma de Campeche. Los sindicalistas retiraron ayer las banderas rojinegras de huelga, quitaron los seguros y la Universidad quedó abierta para reanudar hoy las labores administrativas y mañana las clases.

Puede verse como un triunfo de los sindicatos, se puede pensar que el histórico paro simultáneo de los docentes y los administrativos «doblaron» a la rectoría que encabeza José Alberto Abud Flores. Pero sería un error quedarse en este análisis superficial. Cuando ocurren situaciones como esta sale a la luz mucha información y no fue la excepción en el caso de la UAC. Hoy sabemos que la situación en la institución es delicada, que en algunos aspectos está «al tocar» y si no se mejoran, van a seguir afectando la calidad de la educación que reciben miles de universitarios.

Qué bueno que se lograron los acuerdos para revisar a conciencia los contratos colectivos y las demandas de los trabajadores, pero esto no significa un cheque en blanco ni manga ancha para las organizaciones sindicales ni para sus líderes; de los académicos, Joaquín Berzunza y de los Administrativos, Claudia Escobedo. Por el contrario, los obligará a una mayor transparencia en todas sus acciones, como ellos mismos se la exigieron a la Universidad en sus demandas. No deben olvidarlo Claudia y Joaquín, porque si algo se ha demostrado en Campeche recientemente es que en cualquier momento las comunidades se sacuden y reaccionan. Con mayor razón en una comunidad como la universitaria que tiene más cohesión y memoria que otras. Los que ganan, eso si, son los alumnos que podrán regresar a las aulas para continuar con su preparación, esperando que está se dé en las mejores condiciones posibles.