El tesoro escondido de los mexicanos

Por: Rodolfo Bernés Gómez

Esta es una historia un tanto fantasiosa, de la que se ha venido hablando desde hace un par de décadas, cuando menos.

Ahí por el año 1910, cuando el entonces presidente, al que se le ha criticado por haberse apoderado de la silla presidencial durante más de 30 años, ¡si! estamos hablando de don Porfirio de la Cruz Díaz Mori, político y dictador como se le ha señalado, oriundo de Oaxaca.

De las críticas férreas de este político, fue que, a pesar de estar en contra de la no reelección, se prolongó en el poder de 1877 a 1880 y de 1884 a 1911, del 1^o. de diciembre de 1881 al 30 de noviembre de 1884 gobernó el país José Manuel del Refugio González Flores; esta administración fue muy criticada y desprestigiada, cosa que aprovecho don Porfirio Díaz para que se autorizara una enmienda constitucional que aprobaba la reelección, siempre y cuando esta no se diera de manera inmediata.

Dentro de sus primeras tareas fue la de impulsar el sistema educativo, logrando establecer escuelas primarias y de artes y oficios; en 1910 se crea la Universidad Nacional de México, cuyo apoyo de nuestro coterráneo don Justo Sierra Méndez, llamado merecidamente “Maestro de América”, fue parte importante. Este centro de estudios obtiene su autonomía en el año 1929, durante el periodo presidencial de Emilio Portes Gil, construyéndose en el gobierno de Miguel Alemán la “Ciudad Universitaria”.

En ese período México alcanza una estabilidad económica sin precedentes; abre las puertas a la inversión extranjera, en sectores como el petróleo, minas, ya que el país no contaba con los recursos ni con la tecnología y estructura para esto, potencializando así nuestra economía y logrando nuestra moneda estar a la par con las de nuestros vecinos del norte.

Durante el mandato de don Porfirio Díaz se crea un fondo con una inversión inicial de 50 mil pesos en oro en un banco de Inglaterra para el pago de la Deuda Pública Agraria (DPA), como una inversión a largo plazo. A partir de 1821 se han generado una serie de depósitos con el fin de indemnizar a los legítimos dueños del territorio nacional, propiedades de las que se fueron haciendo inversionistas extranjeros a fin de explotar nuestras riquezas naturales.

Es en el periodo de gobierno de Plutarco Elías Calles que se emite un decreto para iniciar con la indemnización a los pueblos indígenas. Cuenta Única de Capital de Apoyo (CUCA) es el nombre dado a este sistema de pagos.

En el año 1953 se crea el fondo mixto; en el período del presidente Peña Nieto se emite un decreto para su regularización; al parecer durante este período existe interés en investigar al respecto, aunque muchos de sus funcionarios no quieren reconocerlo, algún político cercano al mandatario ha comentado “pura mentira”, otros no lo reconocen, pero si aceptaron un pago sobre del impuesto sobre la renta generado por esas divisas extranjeras, cuyos recibos obran en poder de Montijo Lucero por la friolera cantidad de más de cuarenta y siete mil millones de pesos.

La responsabilidad de este fondo creado para beneficio de todos los mexicanos recae en Mauricio Montijo Lucero, agente liquidador del mismo, siendo su padre y abuela quienes han dado seguimiento a esto. Él es el conducto del retorno de estos recursos, que hoy por hoy alcanzan la inimaginable suma de 830 billones de pesos. Estos recursos de contar con el interés de las autoridades que tienen que otorgar su aval para que estos sean transferidos y con un organismo regulador y supervisor entregados a los mexicanos, se deben de entregar una parte al gobierno federal, y a los 2,456 municipios y a los 2,743 comités particulares de otros pueblos originarios. Se estipula que son cuatro los rubros a que están destinados estos recursos: educación, salud, alimentación y economía.

Muchas peripecias ha tenido Montijo Lucero, desde amenazas de funcionarios de gobiernos anteriores, hasta sorpresas, como la que se llevó, cuando comenta en un programa de TV que al llegar al banco origen un funcionario le presentó una cuenta de honorarios por una exorbitante cantidad de unos trabajos que según habían sido solicitados por Montijo Lucero, siendo que este ni lo conocía. Comenta que una persona con documentos a nombre de este personaje, acompañado por supuestos funcionarios federales de alto nivel, lo visitaron con el fin de tramitar el retorno de esos recursos. Hasta donde llegaron, o cuándo fue citado a comparecer y le dijo el funcionario que tenía orden de armarle un expediente, ¡hágame usted el favor!.

Acaso tendría necesidad nuestro gobierno de recurrir a préstamos, como el autorizado por la Cámara de Diputados para el ejercicio 2024 hasta por 1.9 Billones de pesos, no les ablandaría el piso los recursos que el mismo gobierno tiene derecho de esos fondos.

Con todo este dinero, muchas familias se verían beneficiadas con una mejor calidad de vida, pues al destinar las autoridades los recursos para los rubros que señalan las políticas del fondo, tendríamos mejores condiciones de vida y seguramente en el rubro de economía existirían recursos para apoyar a las empresas.

Estoy muy cerca de algunos amigos, que a estas fechas dejarán de pagar proveedores, para cumplir con los compromisos con los empleados, de sus aguinaldos y otras prestaciones. Me dicen y dicen bien, “la gente cree que es muy fácil ser empresario”, uno de ellos a quien tengo especial afecto, está vendiendo vehículos de su empresa, “ya veré como me las arreglo con una sola camioneta que me queda”. Y ya tiene en mente el cierre de su empresa, me consta que ha hecho de todo para sacarla adelante, es un tipo ingenioso; hago votos para que resuelva su problema de solvencia, como seguramente estarán muchos.

Este es un problema árido de manejar, del cual no se conoce mucho, aunque a unos amigos que les comenté al respecto, han oído hablar de esto. ¿Cuántas cosas existen que ni sabemos? Cuando oímos hablar de ellas nos parece fantasiosa, y hay los que lo comentan simplemente: “están locos”.

Sería saludable que las autoridades y las personas que se encuentran involucradas se echen un clavado en la documentación que existe y pongan de su parte para llegar al fondo del asunto, que, de lograrse seguramente en poco tiempo seremos un país próspero, un país donde no presumamos de “cuanto llegan en remesas”, de no tenerse que separar tantas y tantas familias por el sueño americano.

Se ha satanizado a don Porfirio Díaz, quieran o no fue un visionario, ¿que se quiso perpetuar en el poder?, es verdad, pero cuantos no lo han querido hacer, unos para seguir gobernando, otros poniendo a sus hijos, como sucedió en Guerrero, y hoy por hoy uno que quiere a su esposa de presidenta municipal, ¿qué tendrá esa silla que muchos desean y pelean hasta con los dientes?

Temen acaso que el pueblo vea la imagen de este presidente de manera diferente a la que se ha presentado, pues pese a que no salió el dinero de su fortuna, le atribuirán el hecho de que él se los heredó. Dirán: ¡este dinero me lo dejó don Porfirio!

En verdad no me explico el por qué no dejar que sus restos mortales retornen a México; su viuda Carmelita Romero Rubio hizo lo imposible para ello, ya que Díaz tenía la ilusión de retornar a México; fue imposible para ella y nunca le fue concedido el permiso para traerlas, su cadáver se encuentra en Francia.

Porfirio descansa en el panteón Mont Parannase en París, ciudad que lo albergó sus cuatro años de exilio, tuvo la esperanza de retornar al país de donde partió el 31 de mayo de 1911 en el buque de bandera alemana “El Ypiranga”.

Hay muchos indicios de la autenticidad de este llamado “El tesoro escondido de México”. Se lee fantasioso, pero que pierden las autoridades de echar un vistazo en esta historia llena de conflictos y determinar su veracidad, y de ser cierto como parece, seguramente todos los mexicanos nos veríamos favorecidos, pues según las cifras a cada mexicano les toca $82,000.00, desde el recién nacido, hasta el más longevo.

En una de las preguntas hechas a Montijo Lucero: ¿Qué pasa si usted fallece?, su respuesta fue que se nombraría un nuevo representante y se tendría que esperar cinco años para nombrar un nuevo representante… y de nuevo a luchar con o contra los funcionarios en turno.

Tendríamos mejores servicios, educación, salud, desde luego, siempre y cuando los recursos sean destinados a mejorar nuestra calidad de vida. En fin, -al tiempo.

Imagínense a nuestro México, a nuestros hermanos, esperemos que esto sea investigado. Por lo pronto les invito a que investiguen en YouTube y háganse de un criterio propio.