Ningún Cabo Suelto

A 485 AÑOS de la fundación de San Francisco de Campeche, pocos son los que pueden poner en duda que la ciudad capital del Estado ha tenido mucho mejores épocas. Hoy es palpable el deterioro de los servicios públicos y la falta de orden que prevalece.

El abandono es generalizado, que lo mismo se sufre en los barrios tradicionales, que en las colonias y fraccionamientos. No se diga en las comunidades rurales. Las decisiones de quienes llevan gobernándola siete años han dejado mucho que desear. Hoy que se apela al sentimentalismo y a la politiquería para justificar lo que se ha dejado de hacer. Se prometieron muchas cosas, pero los que señalaron implacables a los gobiernos del pasado se convirtieron en la verdadera “gota que derramó el vaso”.

En siete años, que al final serán 9, la obra pública con recursos municipales ha sido inexistente, pero lo que se ha ido por el caño de la corrupción y la opacidad si ha sido mucho.

La página más reciente de la debacle de la cabecera estatal se está escribiendo con la privatización de los servicios municipales, en una empresa vinculada de arriba abajo con el partido que gobierna el Ayuntamiento, Movimiento Ciudadano. Goverdi se llama ahora, aunque la concesión original salió a nombre de otra razón social. Sus representantes pertenecen al mismo grupo que asaltó el gobierno municipal desde el primer gobierno de Eliseo, quien sin tapujos desde sus redes sociales ha revelado y nombrado a sus gerentes y administradores.

¿Hasta dónde tocará fondo la crisis que se padece? Por lo menos para los próximos dos años el panorama no es alentador, pues desde ahora la prioridad será la inversión en las estructuras políticas que han sostenido electoralmente a los políticos naranjas. Mientras la ciudadanía sigue esperando, lo único “imparable” es el enriquecimiento de sus “factureros” favoritos.