Ningún cabo suelto

EN CAMPECHE, el Ayuntamiento y la empresa Goverdi, protagonistas de un nuevo capítulo de abuso laboral, ponen en evidencia la fragilidad de los derechos en este ámbito. Con un «Modelo de Negocios» basado en el outsourcing, prohibido en México desde la reforma laboral de 2021, se llevan a cabo despidos injustificados, que vulneran los derechos de mujeres y hombres a los que dejan desempleados y sin sustento.

Este esquema, amañado desde su origen, no solo consigue burlar la ley hasta el momento, sino que expone la complicidad entre el Gobierno que encabeza Biby Rabelo, que sigue callada ante estos hechos, y la empresa privada que -no hay que olvidarlo- opera con recursos públicos.

La privatización de los servicios públicos a través de Goverdi no solo afrenta ahora a las leyes laborales, con un ejemplo claro de un modelo de negocio fraudulento que, desde su contratación, está diseñado para evadir responsabilidades.

Los trabajadores, despojados de sus derechos, quedan en la indefensión, mientras el ayuntamiento mira hacia otro lado y los diputados locales de Movimiento Ciudadano, segunda fuerza política del Legislativo, encabezados por Pedro Armentía, consecuentan la explotación en su mayoría de mujeres vulnerables.

Ahora bien, en este caso es tan preocupante la ignorancia de los marcos jurídicos que regulan las actividades gubernamentales, como la falta de voluntad para hacer cumplir la ley.

La Ley General de Responsabilidades de Servidores Públicos es clara: cualquier entidad que maneje recursos públicos, como Goverdi, es susceptible de ser investigada por irregularidades. Bastaría con una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, que encabeza Loreto Verdejo Villacís, para iniciar un proceso que ponga fin a sus prácticas. Sin embargo, la inacción, de quienes prefieren la conmiseración a la acción, deja a las víctimas sin justicia.

Es inadmisible que, en pleno 2025, los derechos laborales sigan siendo pisoteados bajo la mirada cómplice de quienes en las campañas políticas se llenan la boca con discursos donde prometen garantizarlos y crear empleos dignos.

El Ayuntamiento de Campeche y Goverdi actúan con premeditación y a espaldas de la Ley. ¿Y su máxima autoridad municipal, la alcaldesa reelecta con el voto los campechanos? Confirma que su pacto no es con los ciudadanos, sino con el silencio cómplice.