¡Campeón indiscutido! Canelo Álvarez venció al elusivo Scull, que simplemente no quiso boxear

El cubano salió a correr y Canelo se llevó una de las peleas más desgastantes, aunque sí muy cansadas por el esfuerzo que necesitó

Arabia Saudita.- Saúl «Canelo» Álvarez recuperó el campeonato mundial de la FIB al superar por decisión unánime al elusivo William Scull, para convertirse nuevamente en monarca indiscutido del peso supermediano. Otra pelea que dará mucho de qué hablar, esta vez no por culpa del mexicano, sino para el organismo que puso al cubano en una pelea de esa talla sin tener ningún argumento.

Los tres jueces le dieron el triunfo al Canelo Álvarez, pero también uno de ellos deberá ser analizado, porque presentó una tarjeta de 115-113, mientras que los otros dos fueron más certeros en la supremacía tricolor 116-112 y 119-109.

Otro papelón de los organismos

Desde que la FIB de boxeo anunció a Scull como mandatorio del Canelo en los primeros meses de 2024, el mexicano sabía que no era un rival interesante, por lo que prefirió declinar ese cinturón para ir por Edgar Berlanga, decisión que hoy se entendió a la perfección.

El antillano fue un desastre absoluto, aunque, eso sí, no al nivel de Avni Yildirim, el turco al que Canelo aplastó en febrero de 2021. Nunca boxeó, pero demostró que llegó listo para correr un maratón sin ningún problema, porque eso fue lo único que hizo durante el enfrentamiento.

Desde el primer round el nuevamente campeón indiscutido fue el que avanzó hacia adelante con la intención de cortar el cuadrilátero y hacerlo lo más pequeño posible, mientras que Scull apostó para ir de lado a lado, casi nunca sin pegar.

En el encuentro acaso fueron interesantes un par de uppers que sí sacudieron al monarca, pero nada más, pues la constante fue verlo sacando jabs para alejarse del peligro, aunque ni eso pudo hacer con pulcritud, porque fueron múltiples los contactos que recibió, particularmente en las zonas blandas.

William Scull desesperó al Canelo

Eso sí, lo que se vio es que puede ser una persona risueña y hasta burlona, porque al ver que Canelo Álvarez no lo alcanzaba eso era lo que hacía. Fue lo mejor de cubano, el desesperar a su oponente, que por más que intentó cercarlo nunca pudo, lo que bien puede ser una llamada de atención de cara a sus próximos enfrentamiento.

Un resumen claro de lo que ocurrió fue el sonoro abucheo que se escuchó de parte de los aficionados y una reacción al final del enfrentamiento del propio campeón indiscutido, quien con un rotundo «no» reprochó la actuación de su rival, mientras que el otro insistía en señalar que era su ídolo. Para fortuna, esta vez ese aprecio no fue correspondido.