Ningún cabo suelto

COINCIDE LO publicado por el periódico Reforma con las recientes declaraciones de empresarios de Ciudad del Carmen, respecto al pago de la deuda de Pemex con sus proveedores.

El diario capitalino cita entrevistas con empresarios de la isla y asegura que el monto reconocido por la paraestatal de 500 mil millones de pesos pendientes de pago es en realidad el doble, hasta un billón de pesos. Cantidad que será impagable para la petrolera, que se encuentra en el peor momento financiero de su historia y que apenas ha podido realizar algunos pagos en diciembre y otros en marzo, pero que no han sido significativos para el gigantesco monto de lo que en realidad deben.

En este mismo sentido la presidenta carmelita de la Asociación de Hoteles y Moteles, Ileana Herrera Pérez, aseguró que lo dicho por el director general de Petróleos Mexicanos, Víctor Rodríguez Padilla, en la reunión que sostuvieron en los primeros días del mes de marzo no se cumplió: “El director general de Pemex dijo que el miércoles se empezaría a pagar y el lunes se refleja para todos, fue mentira”, indicó la carmelita quien lamentó que llevan un año y tres meses sin recibir pago, por lo que ya están demandando a las compañías, instancia a la que no deseaban llegar, pero ante el impago no les ha quedado de otra. También dijo que es mentira que estén recibiendo apoyo por parte de las autoridades fiscales como el IMSS y el SAT para extender algunos pagos.

Por su parte la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, respondió hace unos días en su mañanera que Pemex le está pagando a Pequeñas y Medianas Empresas, no solo a las grandes compañías y que para esto no hay intermediarios en Campeche ni en Tabasco, donde se concentra el mayor número de PYMES afectadas por la falta de pago.

En verdad que este es un problema enorme para los empresarios que los sigue quebrando; diariamente cierran más negocios y se pierden cientos de empleos. Pemex ha sido mal manejado, saqueado y en su agonía está provocando el hundimiento de la economía de Carmen y el empeoramiento de la de todo Campeche, que no tienen con que sustituirlo, porque en las épocas doradas de auge se abandonó todo lo demás.

Se acabó la pesca de altura, el campo fue relegado y no crecieron más industrias, ni siquiera el turismo se aprovechó, salvo contadas excepciones. Ya se murió la gallina de los huevos de “oro negro” y los campechanos estamos presenciando en primera fila su funeral.