Escrito por NCS Diario el marzo 11, 2025
La delgada línea
Viene una crisis de agua potable
Roberto Oropeza Ortiz
Con los datos del mismo Ayuntamiento de Campeche y las quejas ciudadanas que se multiplican, se anticipa que en los meses venideros de la época de calor la ciudad volverá a sufrir una crisis en el abasto del líquido. El sistema de distribución de agua en el Municipio lleva años de retraso en el necesario cambio del sistema de tuberías, inversión que se ha retrasado mucho más durante los últimos seis años y ya se ve y se siente.
De acuerdo a lo que informa el Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, en las tres semanas más recientes, a medida que las temperaturas han comenzado a elevarse, se han registrado 485 fugas de agua en 36 tramos de tuberías. A esto habría que agregarle una “cifra negra”, seguramente superior, por la cantidad de fugas y averías que los mismos ciudadanos terminan reparando por sus propios medios y con sus recursos, para no resignarse a esperar varios días sin agua, mientras el SMAPAC atiende los reportes y hace las reparaciones.
Son decenas de fugas y filtraciones las que se registran a diario y solo hay que ver el estado en que se encuentran los tubos, prácticamente inservibles, para entender porque el problema se está agravando en toda la ciudad. Se trata de infraestructura que ya no requiere de los “remedios” que le hacen, sino de una intervención mayor, pero no se ve para cuando.
Y dirán que es un problema de recursos, pero la morosidad en el pago se ha reducido. En el 2024 el número de morosos bajó a 41 por ciento, ocho por ciento menos que en 2023; son más de cuarenta mil usuarios que se pusieron al corriente y pagaron el año pasado por el servicio. Lo que pasa es que este dinero no se traduce, ni se canaliza en un proyecto que por fin resuelva el problema.
Sin entrar a temas del mal manejo del erario y la corrupción, se trata de millones de pesos, pero que no se están aplicando en el problema de fondo: la sustitución y modernización del Sistema de Agua Potable. Y mientras no se use para renovarlo y ampliarlo, es recurso que literalmente se va por el caño, porque la mancha urbana seguirá creciendo y además de que se expande sin una correcta planeación ni visión de crecimiento sostenible para los años venideros, con esta crece exponencialmente la demanda de agua.
Las tuberías llevan estos años estallando por todos lados, desperdiciando miles de litros al día. Cada época de calor cientos de familias sufren por la falta de agua durante semanas, algunos prácticamente pasan todos esos meses que vienen de primavera y verano en auténtica sequía y deben desembolsar el dinero que no tienen pagando pipas de empresas particulares. Cada temporada la situación se agrava, son más los afectados y más el tiempo que se sufre.
Por los números que estamos viendo en este momento y las afectaciones a prácticamente todos los sectores principales de la ciudad, los que vienen serán unos meses críticos. Hay que presionar a nuestros representantes populares, particularmente al Gobierno Municipal y los diputados, que en el caso de la capital son del mismo color político, para que hagan conciencia de la grave situación, con el panorama actual nada esperanzador.
Que de una vez se pongan a trabajar con todos los responsables en una solución, se dejen de pleitos con las administraciones estatal y federal y propongan un proyecto viable. Sabemos que existen estudios y propuestas en la iniciativa privada desde hace tiempo, pero los políticos ni los han visto ni escuchado como debe ser. Mientras tanto, lo que si podemos hacer como ciudadanía es tomar medidas para racionalizar el consumo y no desperdiciar en nuestros hogares. No hay de otra.