Ningún cabo suelto

ESCUCHANDO AL presidente de MORENA en Campeche, Erick Reyes León, quien en su reciente conferencia de prensa se prendió como “cerillito” ante los cuestionamientos al interior de su partido, por las voces que piden la renovación de su dirigencia, parece más que claro que muy difícilmente logrará ser factor de unidad de cara a la elección de 2027.

Su primer error es tomar de manera personal, como una falta de respeto, a quienes al interior de su partido tienen todo el derecho de expresarse en sus asambleas.

Los descalificó asegurando que aunque son los militantes que más tiempo tienen en el movimiento “los que se supone que deben tener más ‘feeling’ político, pues no lo tienen”, dijo visiblemente molesto. Y amenazó: “Si alguien quiere dividir el movimiento, no lo van a lograr y van a dejar de estar aquí”, los sentenció y “vetó” el tema, aseguró que no está autorizado tocar su posible cambio en las reuniones partidistas.

Se nombró como la única voz autorizada de MORENA: “No hay voceros en MORENA, aquí estoy yo, no les he presentado a ningún vocero, a ningún diputado federal o senador como vocero de MORENA, no señores, no lo requiero, temas del partido se manejan acá, ¿queda claro no?”, les soltó a los representantes de los medios de comunicación.

Reiteró la advertencia para quienes hablen de los asuntos partidistas “a eso se atienen, quien sea, senador, diputada, alcalde, diputado local, si se salen de la línea” o se alineen con uno de los tres personajes que se perfilan para encabezar a la 4T en la candidatura de 2027, aunque no los mencionó por sus nombres: “ni con uno, ni con otra, ni con otro. Los tres personajes que están con toda la autoridad de levantar la mano para el 27 no es el momento, dos años siete meses le quedan a la gobernadora, lo definen tres encuestas que se van a hacer en la Ciudad de México, porque es gobernador y gobernadora, no se hacen las encuestas aquí evidentemente, para que nos calentamos por adelantado. Trabajen señores, hay mucho que hacer en el Legislativo, mucho que hacer en gobierno estatal y en el partido no se diga”.

No es la primera vez que Erick Reyes se expresa así, sus formas y su discurso casi siempre está subido en una montaña de soberbia y prepotencia, hasta para dirigirse a sus compañeros.

¿Con esos argumentos piensa abonar a la unidad de su partido de cara a la sucesión?

Por lo pronto, al oírlo así, le da la razón a quienes piden que llegue un perfil distinto a encabezar la dirigencia estatal morenista y que este cambio sea más pronto que tarde.