‘Memoria’, una historia de amor con realidad

La película del mexicano Michel Franco, propone la salvación ante la oscuridad y dolor.

Excélsior

El hijo pródigo de los festivales internacionales Michel Franco estaba en un momento muy positivo de su vida cuando escribió el guion de Memoria, su séptima película.

Para ella, siempre pensó en Jessica Chastain, una ganadora al Oscar, para interpretar a Sylvia, una mujer con un pasado muy doloroso, cuya vida adquiere un nuevo matiz cuando conoce a un Saul (Peter Sarsgaard) hombre con demencia.

Si bien es cierto que ésta fue la primera colaboración entre Franco y Chastain (ya van por una tercera), por poco se ve totalmente truncada.

A Jessica le gustaba mi cine y fue una cosa entre los agentes que se coordinó. Ella pensaba que en la parte de en medio, en el punto crítico del guion, donde se define qué tipo de película va a ser, se enfrentan y encaran los dos personajes, que seguramente iba a ser una película muy oscura, en la que todo iba a salir muy mal y que iba a ser una historia sobre venganza.

Y pensó: ‘No me interesa hacer esto”, pero se sorprendió mucho que, dos páginas después, hay un giro por completo en la narrativa y eso fue lo que le convenció a Jessica”, contó el cineasta mexicano en entrevista con Excélsior.

Presentada en el Festival de Cine de Venecia del 2023, Memoria se alzó con muy buenas críticas de parte de la audiencia y Peter Sarsgaard (presente en la cartelera actual con Septiembre 5), fue reconocido con el Premio a Mejor Actor en dicho certamen.

La elección de Peter tuvo que ver con la química entre los personajes, quería que fuera especial, así que le pregunté (a Jessica) con quién le gustaría trabajar y me dio tres nombres. Peter fue el que más me interesó, fue el primero al que conocí y ya, así se decidió.

Le gustó mucho el libreto y le representó un reto importante la parte de la demencia. Además, Peter nunca había tenido un reconocimiento de ese tamaño y me dio mucho gusto que lo premiaran en Venecia”, agregó el realizador vía Zoom.

Dentro de la filmografía de Franco, de 45 años, Memoria es quizá la cinta más esperanzadora de su trabajo al plasmar a dos personas completamente rotas que coinciden en espacio y tiempo. Ella, una mujer exalcohólica, que vivió un momento muy traumático en su familia en la juventud, desea olvidar lo que sufrió, mientras que él se enfrenta a una demencia que lo vulnera en su día a día.