Escrito por el marzo 2, 2025

Raza Cósmica Incompleta. América Latina no brilla (aún)

Víctor Collí Ek

¿Te imaginas un siglo esfumándose como arena entre los dedos, un tiempo en el que América Latina y el Caribe (ALC) pudieron ser el crisol brillante de una “raza cósmica” -esa visión de José Vasconcelos de un pueblo único, mezcla de todas las culturas, destinado a liderar el mundo- pero se quedaron atrapados en una promesa incumplida?

Eso nos susurra el Banco Mundial en su informe “Recuperando el siglo Perdido de Crecimiento”, junto a otros estudios que nos plantean en la “encrucijada”. No es solo un cuento de números secos, es una historia viva de sueños que se desvanecen, de un potencial que arde bajo la piel y de un futuro que te llama a gritos para que lo tomes con fuerza.

¿Por qué ALC no ha volado como la raza cósmica que soñamos? Respira profundo y mira atrás. Hace más de cien años, países como Argentina, Chile o Uruguay brillaban como joyas a nivel de Francia o Alemania, encarnando esa fusión de razas y culturas que prometía elevarnos. Pero hoy languidecen, muy por debajo. No es solo lo que producimos -café, cobre, soya-, sino cómo lo hacemos, con una incapacidad para abrazar y dominar las tecnologías que transforman destinos.

Siente el peso. Aranceles de Estados Unidos que nos aprietan como una soga, una inversión que se evapora como lluvia en el desierto, informalidad laboral que enreda a dos tercios de los hogares en un ciclo roto. La baja productividad nos arrastra como un ancla, porque nos falta innovación y las habilidades para danzar al ritmo del mundo actual. La raza cósmica, esa mezcla vibrante de indígena, europeo y africano, sigue esperando su momento, sofocada por estructuras que no le dan alas.

Cierra los ojos y viaja a 1900. Chile, con su cobre reluciente, pudo haber sido un faro industrial, pero su gente apenas leía, mientras Japón devoraba conocimientos técnicos. Esa brecha no es un eco muerto, es un grito que resuena hoy. Entre 2010 y 2018, crecimos un tímido 2.2% anual -un suspiro lento- y las proyecciones apenas dan un 2.5%. ¿Nos llena de orgullo? No debería. Las empresas tropiezan con la tecnología, dice el Banco Mundial, no basta con tenerla, hay que hacerla cantar. El crimen organizado acecha como un ladrón en la noche, la desconfianza entre gobiernos y empresarios nos paraliza y nuestras startups -chispas de esa raza cósmica- luchan por brillar frente a titanes como Nueva York o Asia. Pero escucha, porque el tambor de la esperanza aún suena.

Imagina una ALC que despierta, que se transforma en una “economía de aprendizaje” y da vida a esa raza cósmica dormida. No necesitas inventar el fuego, solo tomar lo que el mundo ofrece y hacerlo tuyo con el ingenio que nos define. Siente el cosquilleo, nada de mercados a medio gas o proteccionismos que nos entierran, sino un suelo fértil donde arriesgarse. Gobiernos que cortan la burocracia como machetes en la selva, impuestos que no te arrancan las plumas, bancos que apuestan por tus sueños salvajes. Visualiza el acuerdo Mercosur-Unión Europea como un portal dorado. Mercados nuevos, inversión que fluye como ríos, una economía que respira hondo y se sacude las cadenas de las materias primas o las políticas de los EUA.

Toca el alma del cambio, la educación. Nuestras escuelas y universidades están en letargo, formando pocos ingenieros -solo el 17% de los graduados son CTIM- y desconectadas de las empresas. En Silicon Valley, las aulas parecen industrias, pero aquí necesitamos que se sacudan el polvo. Imagina niños leyendo y sumando como cimientos, jóvenes convirtiéndose en emprendedores que llevan nuestra mezcla cósmica al mundo. Siente el fuego de combatir el crimen que espanta a los inversionistas, de tejer confianza entre lo público y lo privado como un tejido fuerte. Y visualiza a ALC conectándose al planeta, estudiantes bebiendo de las fronteras, empresarios trayendo sabiduría de Noruega o China, servicios como la ingeniería despegando con alas de quetzal.

Esto no es una fantasía lejana, es un desafío que te mira a los ojos y te sacude el pecho. Gobiernos que juegan con la innovación como niños curiosos, probando, ajustando, haciendo que cada paso cuente. Menos trámites que te roban el aliento, leyes que te lanzan al cielo, un sistema que canta la valentía de nuestra raza cósmica. ALC no está condenada a otro siglo perdido ni a temblar en esta encrucijada. Tiene el fuego, los colores, la riqueza de su gente, ¡Levántate ALC!

Pero el reloj no perdona. Si nos quedamos quietos, si dejamos que el polvo entierre, el mundo nos dejará atrás y esa visión de Vasconcelos seguirá siendo un eco sin cuerpo. Este es un tambor que retumba en tu sangre, ¿vas a mirar de lejos o vas a pintar el futuro con los tonos vivos de lo que somos? La raza cósmica no está muerta, solo que espera que la despiertes.


Opiniones
  1. Gabriel Flota officer   /   marzo 3, 2025, (7:31 am)

    profesor. es que como que la tecnología modrna se retrasó en nuestros paises. solo les importó ser proveedor de sus recursos a los Estados Unidos que nos tomaron como maquiladores o mano de obra. no les interesó la coinversiones. además creo que permeo el sindrome de conquistados y casi esclavisados. indiosincracia trabajar para otros.

    En lo único que si se creció fue en la literatura y el arte. escritores poetas Darío, Guillen filosofos endogenos como Vasconcelos, Paz, Caso, ( incluso Justo Sierra )y uno que me gusta mucho a mí el de «Sepan Cuántos» y Juristas como el propio Juárez, Rejón y Vallarta, etc. este tema me parece importante para el debate y el analisis del crecimiento, desarrollo latinoamericano, incluso el devenir en los tiempos de si en verdad la raza influye antropológicamente para ser prospero, o fuimos enajenados marxistamente con las creencias europeas. hay que hacer una conferencias presencial con el tema.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *



Continuar leyendo

Post Siguiente


Miniatura
Post Anterior


Miniatura

Radio Fórmula

97.3 FM

Canción actual

Título

Artista

Background