Escrito por NCS Diario el febrero 27, 2025
Ningún cabo suelto
EL PRESIDENTE del Congreso del Estado, Antonio Jiménez, no deja de dar muestra constante de que el cargo le queda grande, que no está a la altura y de que pasará a la historia como uno de los peores que hayan ocupado la titularidad del Poder Legislativo. Su soberbia no le permitirá aceptar que se equivocaron en la forma que usaron para aprobar la despenalización del aborto en Campeche: en una sesión reservada, en secreto, por la noche, sin previo aviso.
Así lo dijo: “Era la única manera en que pudiéramos tomar la mejor decisión como diputados y diputadas y el artículo 64 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo nos permite como parlamento poder realizar esta sesión”.
Aseguró, aunque no explicó el por qué, esta importante discusión, votación y su eventual aprobación, de interés general para la sociedad, ameritaba que se llevara a cabo en una sesión secreta.
Tampoco argumentó su dicho del por qué hacerlo así, en lo oscurito, fue para “cuidar y proteger la libertad de expresión, de acción, de discusión, de los diputados y por lo tanto decidimos que fuera una sesión reservada donde se garantizara esta discusión, sobre un tema que era de demasiada importancia”.
Si lo que querían en el Congreso era evitar los reclamos, manifestaciones y el repudio de quienes se oponen a la medida, no les sirvió.
Al contrario, al esconderse para hacerlo le dieron un argumento poderoso a quienes los acusan de hacer las cosas a espaldas del pueblo.
El miércoles marcharon cientos de campechanos para protestar y condenarlos por su proceder, en particular de los líderes de la Junta de Gobierno y Administración, que negociaron pasar la reforma a puertas cerradas: Pedro Armentía, coordinador parlamentario de Movimiento Ciudadano; Miguel Pool, de la fracción del PRI y el mismo Antonio Jiménez, quien alinea a los diputados de los partidos de la 4T: MORENA, PT y Partido Verde.
Una vez más reprobó el líder del Congreso y con el todos los demás que se prestaron al madruguete. No era la única manera como podían hacerlo, pero si eligieron la peor.