Legalizado el aborto en Campeche

Roberto Oropeza Ortiz

En una sesión reservada, de la cual los diputados que aprobaron tienen prohibido divulgar lo que ahí se trató, el Congreso del Estado aprobó la despenalización del aborto. Teniendo como fondo legal la resolución de la Suprema Corte de Justicia, sobre el derecho a decidir de las mujeres, para poder interrumpir de forma voluntaria un embarazo antes de las 12 semanas, garantizando su salud y dignidad. Y la iniciativa que les confeccionó la presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Ligia Rodríguez Mejía.

Lo ocurrido, sin embargo, deja otra mancha en el actuar del Poder Legislativo. Porque un tema de importancia e interés para toda la sociedad, con opiniones divididas y posturas tanto a favor de la protección de la vida desde el momento de la gestación, como de quienes privilegian los derechos reproductivos de la mujer y su no criminalización, se votó en una sesión que se llevó a cabo de manera secreta, cerrada, sin posibilidad de conocer el dictamen aprobado, las posturas que expusieron los partidos, si acaso las hubo o el debate de los legisladores en la máxima tribuna del Estado, que se sospecha tampoco se dio, porque se comenta también que ya estaba “planchada” con los diputados de la oposición su aprobación, en una sesión que inicio a las 11 de la noche y concluyó aproximadamente una hora después. Por este motivo tampoco se conoce el sentido de la votación de las diputadas y diputados de los diferentes grupos parlamentarios.

¿Merecía ser aprobado en los oscurito y con “madruguete» este asunto, que ha sido uno de los motivos principales de la lucha feminista? Por supuesto que no, más allá de que se esté a favor o en contra, se trata de temas que obligadamente deben visualizarse y difundirse por parte de las y los legisladores, porque precisamente su exposición pública y su discusión tienen como objetivo socializar el problema y contribuir a resolverlo. No lo hicieron, escudándose convenientemente en la legislación que se aplicó para llevar a cabo la sesión a escondidas, que se los impide. Porque dice la Ley Orgánica del Congreso que “bajo pena de sanción, queda estrictamente prohibido a quienes tengan acceso a ellas el divulgar lo tratado”.

Por cierto, de acuerdo a analistas y exlegisladores campechanos, probablemente es la primera vez que un tema de este tipo se desahoga así , de manera secreta. Antes las sesiones reservadas solo se habían realizado para conocer las acusaciones contra legisladores y funcionarios públicos, para abordar casos de solicitudes de juicio político.

Ahora que no salgan a colgarse la medalla de ser los grandes protectores de los derechos de las mujeres, después de que no tuvieron el valor moral y la ética para mostrarse abiertamente a favor, les faltó valor civil y otras cosas más. No lo dudemos, seguramente habrá quienes querrán ponerse la estrellita, porque no tienen vergüenza, son muy hipócritas y oportunistas. Pero la despenalización no es un logro de ellos. Si lo es de las organizaciones y colectivos de mujeres que con su activismo han logrado en los tribunales que estas leyes se modifiquen.

Vacaciones

Las revelaciones de la exsecretaria de Turismo de Campeche y actual directora del Instituto de la Mujer, Vania Kelleher Hernández, sobre el tour VIP en la zona arqueológica de Calakmul, al que acudieron su hija Andrea, el vicefiscal Arturo Bravo Muñoz, la Tik Toker Pawi y el novio de esta, nos dieron los detalles de las irregularidades en las que se vieron involucrados al entrar en un horario nocturno, prohibido y en una modalidad de paseo presuntamente ilegal para ingresar a la zona Patrimonio Cultural de la Humanidad, protegida por la autoridad federal del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Debería el INAH tomar nota de lo declarado por la titular del IMEC cuando presente su denuncia ante la Fiscalía General de la República -si es que no la interpusieron aun- y la FGR debería llamarla al menos en calidad de aportadora de datos. De lo confesado por Vania Kelleher destaca que el grupo de vacaciones ingresó en un vehículo oficial del tour operadora del hotel del Tren Maya. Que les vendieron boletos para ese fin con un “pass day” y que el alojamiento que administra la SEDENA fue quien les ofreció el servicio, al que entraron por la puerta principal de madrugada.

Explicó la funcionaria incluso que ella también pagó boleto e iba a acudir, pero no pudo por compromisos del Plan Nacional de Desarrollo.

Salpicó a medio mundo y al final culpó al INAH porque no había en el lugar custodios para impedir la entrada y a los medios de comunicación, que han informado de los hechos los calificó de amarillistas. Es más, anunció que pronto lanzará su propio programa para hablar del tema. Ojalá que si lo haga, sobre todo si va a seguir contando como se pusieron de buenas las vacaciones de los cuatro amigos, que ahora, si no se les solapa como se ha dicho, y no hay impunidad, tendrán que declarar y rendir cuentas ante las autoridades. Le aseguro que los campechanos no nos lo vamos a perder.