Ningún cabo suelto

QUÉ BUENO escuchar por parte de la secretaria de Gobierno, Liz Hernández, que no se está solapando al vicefiscal Arturo Bravo Muñoz, quien entró de manera irregular con familiares y una tik toker a la zona arqueológica de Calakmul, de noche, en horario prohibido, para subirse a los monumentos mayas, pudiendo ocasionar posibles daños al Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Aunque no se ha confirmado si mientras se hacen las investigaciones deberá separarse de su cargo, el hijo de la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana podría mantenerse en el puesto porque la denuncia corresponde al ámbito federal del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y ahí ya sería competencia de la Fiscalía General de la República. Entonces quedaría en una decisión personal, si ante el escándalo que llegó a los medios nacionales, señalando su paseo VIP, decide hacerse a un lado mientras se deslindan las responsabilidades, que también le estaría cayendo a la Secretaría de la Defensa Nacional, administradora del hotel del Tren Maya, que presuntamente ofrece esos recorridos exclusivos en horas y modalidades no permitidas.

Era importante, ante la opinión pública nacional que abrumadoramente ha criticado los hechos, dejar el mensaje de que no se le va a solapar al funcionario. Veremos si de parte de los implicados hay un reconocimiento de su mal actuar o siempre pretenderán justificarse.