Ningún cabo suelto

COMO MUCHOS distinguidos “prianistas”, presumía hace unos años en Campeche su amistad con el presidente Enrique Peña Nieto, aunque ni eso la salvó de salir por la puerta de atrás de la delegación federal de la Secretaría del Trabajo, donde fue acusada de maltratar al personal, acosarlos enredando la vida personal con lo laboral y porque gastaba más dinero en remodelar unas oficinas rentadas, que en mejorar la atención a los trabajadores. También pasó sin pena ni gloria como delegada del ISSSTE.

Desde hace unos meses, casi suplicando, se pegó y se le metió al gobierno de la 4T. Pero ahora Rita del Río apareció junto a Edgar Francisco Garza Ancira, militante morenista y promotor de la Agrupación Política Nacional “Que siga la democracia” para que se convierta en un nuevo partido político nacional. Motivo por el cual la Comisión Nacional de Honestidad de MORENA ya le inició un proceso sancionador, al ir contra los estatutos de ese partido al ser consejero nacional y estatal. Es además esposo de la diputada federal Gaby Jiménez, vicecoordinadora del grupo parlamentario moreno en la Cámara de Diputados.

Así Edgar Garza y su organización, pasaron de ser colaboracionistas y satélites del oficialismo a ser tachados de oportunistas y hasta traidores, por querer fundar paralelamente otro instituto político.

No cabe duda, tener lealtad no es un requisito para afiliarse y ya encontró en su recién nombrada Coordinadora Estatal en Campeche a una colaboradora a su imagen y semejanza.