Jorge Javier Romero Gutiérrez

Por Gilberto Romero Lavalle

Tuve una gran admiración por mi tío Javier desde pequeño. De clara inteligencia, educados modales y elegante en su forma de vestir, conviví con él en la Ciudad de México, donde radicaba y ya era un personaje dedicado al periodismo.

Nació en Champotón, Campeche, el 13 de febrero de 1923.

Cursó sus estudios superiores en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en la especialidad en Historia; fue miembro de la Sociedad de Estudios Mexicanos y miembro fundador del Seminario de Estudios Marxistas.

Siempre destacó por su fino tacto al escribir sus artículos y columnas de crítica política en su columna Reflejos y Cotejos en el periódico El Día, dónde fue uno de sus fundadores, en el Gallo Ilustrado, Seminario Cultural del mismo periódico, escribía con el seudónimo de Carlos Federico Cabrera.

Dirigió también el vespertino El Crucero y tiempo después, como articulista libre en el periódico Excelsior.

En 1979 recibió el Premio Nacional de Periodismo, en la modalidad de artículo de fondo, y en 1996 el Gobierno del Estado de Campeche, le otorgó el galardón: Premio Estatal «Justo Sierra Méndez», Maestro de América.

Lo recuerdo con afecto en el aniversario de su natalicio, valorando sin duda alguna la enseñanza que legó a las generaciones de comunicadores de México, que tuvieron el privilegio de compartir sus experiencias profesionales.