Escrito por el febrero 7, 2025

Más allá de la copia: Educación para el futuro de México

El segundo piso de la transformación ha elegido el modelo chino como la ruta más accesible para impulsar el desarrollo económico del país. El complejo entramado ideológico del gobierno y su movimiento parece haber encontrado acomodo en una fórmula que, al menos en apariencia, ha conciliado con éxito el autoritarismo político, el intervencionismo estatal en la economía, el emprendedurismo y el libre mercado.

La centralización del poder, la eliminación de contrapesos y la ruptura de los equilibrios constitucionales son el trasfondo del Plan México, la iniciativa con la que el actual gobierno aspira a convertir a nuestro país, en seis años, en una de las 10 economías más fuertes del mundo. La sustitución de importaciones (principalmente asiáticas), el fomento al consumo de lo “Hecho en México” y un mayor respaldo a las empresas nacionales forman parte del catálogo de acciones para relanzar la industrialización del país.

Viri Ríos opina que las medidas contempladas en el Plan México son insuficientes para que los empresarios produzcan los artículos que actualmente importamos de China. En su artículo “Volvernos China” (Milenio, 05/02/2025), argumenta que no contamos con la tecnología necesaria y señala: “Los países que han logrado aprender a hacer cosas que antes no hacían, como los tigres asiáticos, lo han logrado inicialmente a partir de copiar”. En consecuencia, sugiere que, “antes de obedientemente expulsar a China de México como pide Estados Unidos, encontremos subrepticiamente la forma de mantenerla bajo la condición de copiarle sus recetas.”

En efecto, en México no contamos actualmente con los conocimientos ni las patentes necesarias para, en el corto plazo, comenzar a fabricar los bienes que, desde el otro lado del mundo, inundan el comercio nacional. En 2023, según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, el país que presentó la mayor cantidad de solicitudes de patentes fue China, seguido de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur; México ocupó el puesto 15. Sin embargo, Viri Ríos señala que la transferencia tecnológica puede conseguirse de tres maneras: comprando las recetas, aprendiéndolas o robándolas. Concluye que, para completar el Plan México y poder sustituir a China, “necesitamos un plan de copia masiva”. La propuesta me parece riesgosa e insuficiente.

Creo que el “éxito” económico de China y otros países asiáticos, como Corea del Sur, si bien está ligado a la innovación y a la “copia de recetas”, se sostiene en dos pilares adicionales: la cultura de sus pueblos y sus sistemas educativos. Por ello, para lograr un desarrollo sostenible y con raíces profundas, México necesita acompañar su modelo económico con una verdadera revolución educativa que le provea del capital humano nacional indispensable: profesionales altamente calificados y científicos capaces de innovar tecnológicamente. Sólo así podrá alcanzar los niveles de calidad, productividad y competitividad que exigirán los arduos tiempos por venir.

La educación es uno de los principales motores del desarrollo económico y una de las herramientas más importantes para transformar la realidad de manera positiva. “Aun sin considerar la calidad de la educación impartida y las habilidades que los estudiantes desarrollan, el nivel educativo influye sobre su futuro laboral y sobre los ingresos que podrán alcanzar”, concluye el Informe de Movilidad Social en México 2019, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias. El impacto de la educación en la movilidad social ha sido ampliamente documentado. En el caso de Corea del Sur, la novela Kim Ji-young, nacida en 1982, de la escritora Cho Nam-joo, (Alfaguara, 2021), ilustra cómo las oportunidades educativas transformaron a una generación y fueron clave para el crecimiento económico del país, además de revelar las peculiaridades culturales de su sociedad.

En México, algunos estados han emprendido la ruta del desarrollo promoviendo la formación de alto nivel de su capital humano. Como parte del eje de Desarrollo de Talento del Plan Sonora de Energías Sostenibles, 30 estudiantes de ingeniería sonorenses se están preparando en las universidades más reconocidas de Taiwán en áreas estratégicas como semiconductores, automatización y energías sostenibles. Sin duda, estos jóvenes aprenderán “las recetas” a las que alude Viri Ríos y se convertirán en la base del desarrollo tecnológico de su Estado.

Ojalá más gobiernos estatales siguieran el ejemplo de Sonora y enviaran a sus mejores estudiantes a prepararse en las universidades más prestigiadas del mundo. Una opción viable sería la creación de Fondos locales de Inversión para el Desarrollo de Talento y Formación de Capital Humano, financiados por gobiernos, empresas y fundaciones. Esta sería una acción que, desde lo local, seguramente aportaría mayor viabilidad al Plan México y contribuiría a equilibrar el desarrollo regional. Como apunta Leo Zuckermann: si México quiere superar la “trampa de los países de renta media”, debe apostarle fuertemente a la educación (De lo que no se habla, Excelsior, 06/02/2025).


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