Escrito por NCS Diario el febrero 5, 2025
Ningún cabo suelto
CADA PRESIDENTE de la historia moderna de México le ha querido poner su sello a la Constitución de 1917, haciéndole una o varias reformas al texto de la Carta Magna.
La presidenta Claudia Sheinbaum no es la excepción y ayer anunció cuál será su primera marca constitucional: regresar el postulado de sufragio efectivo no reelección, eliminando la posibilidad de reelegirse inmediatamente en un cargo. También va contra el nepotismo, con la prohibición expresa de que ningún familiar pueda suceder de forma inmediata a otro en un puesto de elección popular.
La verdad sea dicha, el permitir desde hace algunos años la reelección de legisladores y autoridades municipales en el país fue un rotundo fracaso, ni mejoraron a los Congresos ni se han visto mejores resultados en la inmensa mayoría de los Ayuntamientos. Por el contrario, hasta han empeorado.
En el Legislativo las reelecciones se convirtieron, como siempre, en cuotas de los partidos para los más allegados a las dirigencias y para aquellos “palomeados” desde las altas esferas.
Y en los Municipios ha servido para que los grupos políticos se aferren al control territorial -electoral y a sus presupuestos, pero muy poco en la mejora de los servicios públicos, con los que ahora hacen millonarios negocios privatizándolos.
De lo perjudicial del nepotismo no hay duda, es una atrofia de la democracia, ahí donde se pretende perpetuar por herencia la permanencia de una familia en el poder.
Por estos motivos pocas dudas hay de que las reformas propuestas por la presidenta gozarán de la aprobación de la ciudadanía y con la mayoría absoluta de la 4T pasarán en las Cámaras. Veremos por supuesto las reacciones de los perjudicados, de los que han aprovechado estos años para “chapulinear” de curul en curul y de quienes ven el poder como derecho de sangre.