Escrito por NCS Diario el enero 24, 2025
Raíces intelectuales del Plan México
Víctor Collí Ek
El Plan México de Claudia Sheinbaum no surge en el vacío intelectual. Al examinar detenidamente sus propuestas, encontramos un rico diálogo con algunos de los pensadores más influyentes en teoría del desarrollo y relaciones internacionales.
La influencia de Gro Harlem Brundtland es evidente. La ex primera ministra noruega acuñó el concepto de «desarrollo sostenible» en el histórico Informe Brundtland de 1987. Su visión quedaría reflejada en cómo el Plan México integra la sostenibilidad ambiental empresarial como un pilar estratégico. Cuando Sheinbaum habla de transformar la matriz productiva mexicana, mientras protege los recursos naturales, está actualizando el pensamiento de Brundtland para la era del cambio climático y la transición energética.
El pensamiento de John Maynard Keynes aparece en la arquitectura económica del plan. La propuesta de elevar la inversión al 25% del PIB y el rol activo del Estado en la coordinación económica, traducen la visión keynesiana del gobierno como estabilizador y promotor activo del desarrollo. Aún así, el plan profundiza al integrar elementos de sostenibilidad y equidad que Keynes no consideró explícitamente.
En materia de desarrollo social vemos la influencia del pensamiento del Nobel de Economía Amartya Sen y pupila Martha Nussbaum a través del enfoque en el desarrollo de capacidades humanas. Por ejemplo, en la meta de formar 150 mil profesionistas adicionales anualmente, se refleja directamente dicho enfoque. La visión de Nussbaum sobre el desarrollo como promotor de capacidades fundamentales para una vida digna, se hace evidente en cómo el Plan vincula el crecimiento económico, con la reducción de la pobreza y la desigualdad.
Friedrich List, el teórico del proteccionismo desarrollista, hace eco en el Plan, especialmente en la estrategia industrial del mismo. La meta de alcanzar un 50% de contenido nacional en sectores estratégicos, actualiza la teoría de List sobre la necesidad de proteger las «industrias nacientes» para el siglo XXI. Ahora bien, el plan adapta este proteccionismo a un contexto de cadenas globales de valor, una realidad que List no pudo anticipar.
Las teorías de la interdependencia compleja de Joseph Nye y Robert Keohane proporcionan un marco útil para entender la aproximación del plan a la integración regional. Cuando el Plan México propone fortalecer el T-MEC como contrapeso a China, está operando dentro de lo que estos pensadores llamarían, una red de «interdependencias asimétricas». La propuesta de desarrollar capacidades tecnológicas autónomas, mientras se profundiza en la integración regional, refleja la comprensión de cómo el poder se ejerce en un mundo de múltiples canales de conexión.
El Plan México no es una simple aplicación de estas teorías, sino una síntesis creativa que quiere responder a los retos contemporáneos en nuestro país. Por ejemplo, mientras Brundtland enfatizaba la sostenibilidad ambiental global, el Plan la vincula específicamente con la competitividad industrial. Mientras Sen se centraba en las capacidades individuales, el Plan las conecta con objetivos de desarrollo nacional.
Esta síntesis teórica enfrenta desafíos significativos en su implementación. Como Keynes reconocería, la coordinación entre actores públicos y privados es inherentemente compleja. List advertiría que el proteccionismo estratégico puede generar resistencias internacionales. Nye y Keohane señalarían que la interdependencia puede ser, tanto una fuente de oportunidades, como de vulnerabilidades.
El Plan presentado por la presidenta Sheinbaum ofrece un interesante experimento en la aplicación práctica de diversas tradiciones de pensamiento sobre el desarrollo. Sin embargo, su éxito depende no solo de la solidez de sus fundamentos teóricos, sino de su capacidad para adaptarse a las realidades políticas, económicas, sociales, culturales, de México y su interconexión con la comunidad internacional.