Escrito por NCS Diario el enero 17, 2025
La trayectoria de David Lynch
Hizo del cine independiente una experiencia surrealista y fantástica.
Excélsior
En tres días, David Lynch cumpliría 79 años.
Pero las complicaciones derivadas de un efisema pulmonar hicieron que el legendario cineasta detrás de las magníficas películas Eraserhead, Mulholland Drive, Blue Velvet, El hombre elefante y Dune terminaron con su vida ayer.
La familia hizo el triste anuncio a través de la página de Facebook que Lynch manejó en vida.
Con profundo pesar, nosotros, su familia, anunciamos el fallecimiento del hombre y del artista, David Lynch. Agradeceríamos un poco de privacidad en este momento. Hay un gran vacío en el mundo ahora que ya no está con nosotros, pero como él decía: ‘Mantén tu vista en la dona y no en el agujero’. Es un día hermoso con un sol dorado y cielos azules”, postearon junto con una foto de Lynch tocando la guitarra.
Se desconoce el lugar en el que falleció, pero la mayoría de su vida la pasó en Los Ángeles. Tampoco se precisaron homenajes en su honor o algún funeral abierto al público. Le sobreviven sus hijos: Jennifer (1968), Austin Jack (1982), Riley Sweeney (1992) y Lula Boginia (2012).
En agosto pasado, David confirmó que su enfermedad fue causada por fumar en exceso (sus artísticos retratos siempre fueron acompañados de un cigarrillo o puros). Apenas podía caminar y esforzarse un poco antes de quedarse sin oxígeno. Temía salir de casa, porque un resfriado o contagiarse de covid sería catastrófico para él.
Renunció al tabaco en 2022, pero jamás a su carrera. Estaba decidido a dirigir de forma remota, desde casa, si así podía hacer lo que más amaba en vida.
Su último trabajo fue Snootworld, una animación que trabajó durante dos décadas junto a Caroline Thompson (El extraño mundo de Jack) y que presentó a Netflix, pero se lo rechazaron, según le contó a la revista Sight and Sound.
Lynch se convirtió en cineasta mundial de culto con sus inquietantes retratos de la vida estadunidense que influyeron a directores como Quentin Tarantino, los hermanos Cohen y músicos como Trent Reznor.
Es posible que se le recuerde sobre todo por su fascinante serie de televisión Twin Peaks, pionera del género antes de que llegara la era del streaming.
Nominado al Oscar en cuatro ocasiones, el cineasta reconocible por su abundante cabellera blanca solo se llevó a casa una estatuilla honorífica, en 2019.
SUS INICIOS
Este hijo de padre científico y madre maestra, que nació al norte de Montana en el seno de una familia numerosa (cuatro hermanos) tuvo una vida errante.
Descubrió su pasión en la facultad de Bellas Artes de Pensilvania en los años 70, donde empezó a pintar y rodar cortometrajes.
Desde el principio, en su obra había personajes extraños y marginales. Su primer largometraje, Eraserhead, en blanco y negro, trataba sobre un bebé deforme monstruoso.
Tardó en filmarla cinco años, porque apenas tenía presupuesto. La ambientó en el deprimido paisaje industrial de Filadelfia y la impregnó de una inquietante calma que se convertiría en su identidad. Stanley Kubrick fue de las pocas personas que la vieron y la amó.
Lynch prosiguió su afición por las deformidades humanas en El hombre elefante, dramatizando la trágica vida de Joseph Merrick, que nació con una grave deformación física.
Un irreconocible John Hurt en el papel protagonista obtuvo una de las ocho nominaciones al Oscar de la película, mientras que Anthony Hopkins interpretó al amable médico que se hizo amigo de Merrick en los años previos a su suicidio a los 27 años.
Fue un éxito internacional que catapultó a Lynch al estrellato de Hollywood, pero su poder de se apagó después de la adaptación de la novela de ciencia ficción Dune, que fue un fracaso de 40 millones de dólares.
ARRAKIS, EN MÉXICO
La relación que Lynch tuvo con México fue muy especial, ya que aquí vivió año y medio para filmar Dune (1984) en los Estudios Churubusco.
En 2020, en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), Lynch fue homenajeado y por medio de un video enviado (no asistió por la pandemia del covid-19), compartió el significado de nuestro país en su vida:
Amé mucho vivir en la Ciudad de México mientras estuve haciendo Dune, y para mí la CDMX es la más mágica, misteriosa y romántica ciudad de todo el mundo “, expresó el cineasta mostrando la Cruz de Plata que le mandó el certamen. También recibió la Medalla Filmoteca UNAM.
Como los costos de Dune se disparaban mucho en Hollywood, la producción de Dune, basada en la novela de ciencia ficción de Frank Herbert, eligió los Estudios Churubusco para rodar el proyecto, catalogado por la productora Rafaella De Laurentis como un “mastodonte” debido a la magnitud del mismo.
Para la filmación se usaron los ocho foros de los Estudios Churubusco y ahí se recrearon cuatro planetas, 70 decorados y se contrataron a 20 mil extras.
Mi verdadero problema aquí todavía es meter Dune en la duración de una película normal”, contó un Lynch, de entonces 37 años, a The New York Times, medio que viajó a la CDMX para reportear.
A pesar de la vicisitudes que enfrentó la producción, entre las que se encontraban varios enfermos del estómago y la falta de energía eléctrica durante varios periodos de filmación debido a las lluvias de verano en la ciudad, Lynch se mantuvo con buena actitud al estar dirigiendo a Kyle MacLachlan, Virginia Madsen, Francesca Annis, Leonardo Cimino, José Ferrer, Paul L. Smith, Kenneth McMillan, Patrick Stewart y Sting, quien le dio vida a Feyd Rautha.
También participó el mexicano Ernesto Laguardia, quien tenía 24 años cuando llegó a los Estudios Churubusco a hacer un casting y a comer y se puso a platicar con el director.
Estaba buscando en dónde era el casting y llegué a un restaurancito. Me ofrecieron de comer y yo me senté, de pronto llegó un americano y empezó a platicar conmigo. Era David Lynch. Hablamos de cine, la vida, la familia; ni él sabía quién era ni yo sabía quién era él. De pronto, me preguntó a qué había venido y le conté que a un casting. Entonces me dijo: ‘Yo soy el director’, me dio pena que me viera ahí comiendo, me disculpé y le dijo a su equipo que yo estaba bien para la película y me contrató”, contó el mexicano a Yordi Rosado.
En el filme interpreta a un joven asesinado de forma depravada por el barón Vladimir Harkonnen.
Dune representó, por un lado, una satisfacción para Lynch debido a que lideró una megaproducción para una novela de gran complejidad, sin embargo, el fiasco en taquilla fue un golpe duro, ya que de los casi 50 millones de dólares que se emplearon para rodar sólo recaudó 31.5 millones de dólares durante su corrida comercial.
En vida, Lynch juró que no tenía intención de ver la adaptación exitosa de Denis Villeneuve.
Ni siquiera quiero que me hablen de ella. En mi carrera estoy orgulloso de todo, menos de Dune”, le dijo a Cashiers du Cinema.
DE VUELTA AL OLIMPO
En 1990, Lynch confirmó su regreso con la que posiblemente sea su obra más influyente, Twin Peaks.
Ambientada en el ficticio pueblo de Twin Peaks, en el estado de Washington, cerca de la frontera con Canadá y llamado así por sus altísimos pinos, la historia comenzaba con la recuperación en un lago de una bolsa para cadáveres en la que había una joven.
A lo largo de ocho episodios se fue instalando una extraña normalidad y el asesinato de Laura Palmer quedó sepultado bajo capas de misterio.
Fue un éxito en su primera emisión en ABC y formó parte de un gran año para Lynch, que también se llevó el primer premio en Cannes con su road movie Wild at Heart (Corazón salvaje).
Lynch hizo una serie secuela de Twin Peaks en 1991 y un año después una película spin-off protagonizada por David Bowie junto al entrañable agente del FBI Cooper (Kyle Maclachlan),
Me gusta hacer películas, porque me gusta ir a otro mundo y perderme en ese otro universo, y filmar, para mí, es el mágico medio que nos permite soñar en la oscuridad. Es una cosa tan maravillosa entrar y perderse en el mundo del cine”, expresó Lynch.
Con un total de 103 producciones audiovisuales, dividida en cine, videos musicales y televisión, David Lynch se consolidó en la industria por ser un director transgresor, que simplemente plasmaba sus ideas oníricas, reflexivas y emotivas en la pantalla, sin tanto rollo ni explicación, y que marcó a varias generaciones, llegando a tener presencia indirecta entre los jóvenes gracias a Los Simpson, que retomaban secuencias de sus filmes para insertarlos, en forma de homenaje, en algunos capítulos de la serie.
Es mejor no saber tanto sobre lo que significan las cosas o cómo pueden ser interpretadas, pues tendrás demasiado miedo de dejar que las cosas sigan sucediendo. La psicología destruye el misterio y esa especie de cualidad mágica puede reducirse a ciertas neurosis o cosas, y como ahora se le da nombre y se define, ha perdido su misterio y el potencial de una experiencia vasta e infinita”, expresó Lynch.
Jamás fue fan de explicar sus largometrajes. La mayoría de veces cortaba tajantemente la pregunta.
Debido a su particular forma de ver la vida y filmar, George Lucas se acercó a Lynch luego de haber visto Eraserhead. Le ofreció la dirección de Star Wars Episodio VI: El regreso del Jedi, sin embargo, Lynch declinó amablemente la oferta, pues consideraba que la película sería más una visión de Lucas que de él mismo.
Hace dos años, David Lynch fue convocado por su colega y contemporáneo (ambos nacieron en 1946) Steven Spielberg para que le diera vida en la ficción al emblemático director John Ford en Los Fabelman, una de las cintas más personales de Spielberg en la que revela muchos aspectos familiares y autobiográficos que le marcaron de por vida.
Amé las películas de David. Blue Velvet, Mulholland Drive y El hombre elefante, que lo definieron como un soñador singular y visionario que dirigió películas que parecían hechas a mano. Conocí a David cuando interpretó a John Ford en Los Fabelman. Allí estaba uno de mis héroes, David Lynch interpretando a uno de mis héroes. Era surrealista y parecía una escena de una de las propias películas de David. El mundo va a extrañar una voz tan original y única. Sus películas ya han resistido la prueba del tiempo y siempre lo harán”, escribió Steven Spielberg para despedir a Lynch.
EN EL LADO OSCURO
El lado oscuro del sueño americano fue una de las obsesiones de
Lynch, pero se desvió del tema en The Straight Story para contar la historia real de un hombre que fue en su cortadora de césped de Iowa a Wisconsin para visitar a su hermano enfermo.
En 2006, con el estreno de Inland Empire, un sombrío retrato de Tinseltown protagonizado por una desquiciada Laura Dern en el papel de una actriz abatida, el director dio por concluida su carrera cinematográfica.
Ese mismo año se casó y se divorció de su tercera esposa, Mary Sweeney, directora y productora de cine que había sido una de sus colaboradoras durante mucho tiempo.
En 2009 se casó por cuarta vez con la actriz Emily Stofle, con la que tuvo un cuarto hijo, pero a menudo estuvo ausente como figura paterna, consumido por su trabajo.
Hay que ser egoísta. Y es algo terrible”, dijo Lynch en 2018 sobre sus dotes como padre. “En realidad nunca quise casarme, nunca quise tener hijos. Una cosa lleva a la otra y ahí está”.
En las últimas décadas exploró la fotografía y la canción hasta convertirse en un defensor de la meditación trascendental.
Lynch, fumador empedernido y devorador de café, solía sentarse dos veces al día desde 1973 a repetir un mantra durante 20 minutos y se convirtió en una especie de gurú del tiempo tras poner en marcha un “parte meteorológico” en línea de un minuto de duración que emitía desde su casa de Los Ángeles.
GENIO DE LOS SOUNDTRACKS
Amante del arte en general, la música tenía un lugar muy especial en la vida del finado David Lynch.
Incluso llegó a trabajar con varios artistas como Moby, Marilyn Manson, Trent Reznor, Billy Corgan, Rammstein y Angelo Badalamenti, su compositor de cabecera y en quien depositó toda su confianza.
Mención aparte merece el británico David Bowie, a quien dirigió en 1992 en la cinta Twin Peaks: Fire Walk with Me, que sirvió como precuela de la serie Twin Peaks, que estivo al aire de 1989 a 1991.
David Lynch le dio a David Bowie el papel de Phillip Jeffries, un agente del FBI que en la trama aparece a cuadro menos de dos minutos y desaparece, porque se va a una misión secreta a Argentina.
Sólo cuatro frases tuvo que emitir el intérprete de Heroes y se supo que en la versión televisiva del 2014 de Twin Peaks, Lynch tenía la idea de traer de nueva cuenta a Bowie, pero declinó la oferta debido a si delicado estado de salud que le arrebató la vida en enero de 2016.
PADRINO DE TRENT REZNOR
Cabe señalar que en la cinta Lost Highway, de 1997, David Lynch usó el tema I’m Deranged, de David Bowie, pero también invitó a Trent Reznor a armonizar esta caótica película protagonizada por Bill Pullman, en la que un hombre recibe cintas VHS de su esposa. Tras ser señalado de asesinato, desaparece y su lugar es tomado por alguien más. Un filme surreal e inspirado en el género policiaco que expone la obsesión y la crisis de identidad.
Pese a que Trent comenzó su carrera en la composición musical para cine junto a Oliver Stone en Natural Born Killers (1994), Lynch lo puso mucho más a prueba con Lost Highway.
Para esta película, el líder de Nine Inch Nails compuso dos tracks originales, Driver Down y Videodrones; Questions, además de agregar The Perfect Drug, de su banda Nine Inch Nails.
Trent siempre fue fanático de Lynch. En diferentes conversaciones, el músico ha compartido que se tardaban mucho en salir al escenario en los 90 para poder ver los episodios de estreno de Twin Peaks.
Un buen amigo de David Lynch le recomendó a Trent para musicalizar las partes oscuras de Lost Highway.
El intérprete de Closer recuerda que el cineasta fue a su casa en Nueva Orleans, sólo se presentó, cruzó la puerta y fue directo al estudio a trabajar. Le narró las escenas en las que Fred (Pullman) huía de la policía en una carretera sin rumbo.
Y me decía, bueno, ahora dame ese sonido”, recordó Reznor para Rolling Stone, en 1997, “pero no lo hizo para intimidarme, así que simplemente le expliqué que necesitaba tiempo para estar solo, para cagarla y después dar lo mejor. Al final todo salió bien y me dio un disco con la música para que yo hiciera un CD para la película.
Trent amó la película terminada, pero, como todos, Lynch suele dejar bastantes preguntas y a él le pasó cuando Fred se transforma en Pete Dayton, tampoco el final le resultó tan sencillo.
Pero ésa es una razón para elogiar a Lynch, en el sentido de que no está complaciendo a nadie (sólo a él mismo). Lo mismo me pasó con Blue Velvet, un amigo me decía que le parecía graciosa, a mí no.
En Twin Peaks hay una escena en la que Leland golpea a Maddie y luego conduce con el cuerpo arrojado en la parte trasera, eso fue aterrador para mí. Podía entender por qué la gente se molestaba”, agregó.