Escrito por NCS Diario el enero 14, 2025
La delgada línea
Seis años y 100 días
Roberto Oropeza Ortiz
Claudia Sheinbaum llenó el Zócalo de la Ciudad de México para informar y destacar con los seguidores de la 4T las acciones de sus primeros 100 días de gobierno. Dejando claro que, en esa plaza, emblemática para su movimiento, el gobierno de MORENA no pierde su capacidad de movilización, fueron más de 250 mil los que acudieron al evento.
Pero hay que ser precisos, no estaban conmemorando los primeros meses del gobierno de la primera mujer presidenta de la República, fue una celebración más de la continuidad del proyecto que inició con López Obrador.
Por eso en el plano central del mensaje de la presidenta, siguen estando las obras que fueron emblemáticas en el sexenio de su antecesor. Aunque varios estudios señalen lo contrario, se sigue hablando del Tren Maya como un éxito rotundo para llevar pasajeros a viajar en el sureste del país, pero al que ahora se le invertirán más recursos para que también sea de carga. También a la refinería y el Aeropuerto Felipe Ángeles le seguirán destinando cientos de millones y hasta se insiste en que Mexicana de Aviación continuará, a pesar de que ha perdido mil millones de pesos y desde su primer año no es rentable.
Pero sobre todo destacan en el discurso y en el presupuesto los programas sociales, las becas y apoyos que se han convertido en el recurso con el que ya viven millones de familias.
Para el 2025 tendrán una inversión de 835 mil millones de pesos (mdp): 13.2 millones de adultas y adultos mayores recibirán su pensión; dos millones de personas con discapacidad recibirán su apoyo; 400 mil jóvenes se beneficiarán con el programa Construyendo Futuro; 410 mil jóvenes de educación superior tendrán beca; cuatro millones 100 mil niños y niñas tendrán beca de primaria; cuatro millones 224 mil estudiantes de preparatoria tendrán beca; 95 mil 819 campesinos seguirán teniendo acceso a Precios de Garantía; 193 mil pescadores serán beneficiados con Bienpesca; 445 mil campesinas y campesinos seguirán Sembrando Vida; dos millones de agricultores pequeños tendrán fertilizantes gratuitos y apoyo de Producción para el Bienestar; y 174 mil escuelas se beneficiarán con la Escuela es Nuestra y 12 mil 381 Centros de Salud con la Clínica es Nuestra. Son los datos que lanzó la presidenta.
Este dinero de los programas sociales que entrega la 4T, ante la incertidumbre económica que se avecina con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca el próximo lunes, quien ya advirtió que le impondrá nuevos aranceles a México y Canadá, además de que endurecerá sus políticas migratorias para deportar a millones de migrantes, ya no son recursos que solamente tengan como principal función el mantener a la base electoral de votos que llevaron a AMLO al poder y confirmaron a la actual mandataria. Serán ahora el principal amortiguador de la crisis que se anticipa que pudiera enfrentar el país bajo el gobierno de MORENA, en caso de que se desate una “tormenta perfecta” en la economía, que meta al país en otra recesión, cuando apenas se está recuperando de la pandemia. Por eso menos se tocan y si aumentan con nuevas entregas de dinero como la anunciada a las mujeres de 60 a 64 años.
Pero si los peores escenarios se cumplen y con Trump como vecino claro que pueden ocurrir, ¿por cuánto tiempo se podrán sostener en este sexenio las becas que mantienen a millones tranquilos, sin manifestarse, sin protestar y sin marchar para exigir tener un mejor sistema de salud con medicinas, hospitales dignos y recuperar la seguridad pública en los territorios donde la delincuencia y la violencia imperan y sangran a cientos de miles de negocios y empresarios con el cobro del derecho de piso?
Sin dejar de lado la inflación real, la que todos los días hace aumentar los precios de los productos para el consumo de las familias, a las que no les alcanza el salario mínimo que presume como un logro el gobierno.
Eso es en lo que hay que pensar al analizar el discurso del zócalo del domingo pasado, que parece ignorar o negar las amenazas reales de lo que viene a partir del 20 de enero, cuando desde Washington el juego se ponga en verdad rudo para Claudia Sheinbaum.