Ningún cabo suelto

NI EL puerto de Carmen, ni el de Seybaplaya fueron considerados para la inversión estratégica anunciada por el Gobierno Federal, como en su momento lo exhibió la gobernadora Layda Sansores ante la presidenta Claudia Sheinbaum. La Federación volvió a dejar a Campeche en espera.

Como lo vaticinó la mandataria estatal el pasado mes de octubre, durante la gira presidencial en el Municipio de Escárcega, en la “Mañanera del pueblo” se anunciaron los seis puertos que serán modernizados con una bolsa de 32 mil 875 millones de pesos: Ensenada, con cinco mil 745 mdp; Manzanillo y Nuevo Manzanillo, con 13 mil 598 mdp; Lázaro Cárdenas, con seis mil 146.24 mdp; Acapulco, con 386 mdp; Veracruz, con mil 800 mdp y Progreso, con cinco mil 200 mdp.

De acuerdo a la información manejada por la Presidencia de la República, para el puerto yucateco se destinarán “cinco mil 200 mdp por parte del Gobierno de México; Gobierno estatal mil 500 mdp y 525 mdp de inversión privada, para hacerlo el puerto más importante de la Península con el desarrollo de una plataforma de 80 hectáreas para la construcción de nuevas terminales destinadas a granel mineral, vehículos, gas licuado de petróleo, gas natural, astillero, entre otros. Se prevé con ello un incremento de 800 mdp para las ASIPONA y 57 por ciento en la recaudación aduanera”.

El panorama pinta más que difícil para revertir la tendencia negativa de la economía estatal. Mientras a nuestros vecinos, que están estrenando gobierno de MORENA con “Huacho” Díaz Mena, les sigan dando prioridad para tener mejor infraestructura para su desarrollo, competir con ellos para atraer inversiones será casi imposible.

El elevador de ese llamado “segundo piso” de la Cuarta Transformación sigue dejando a Campeche en el sótano.