Ningún cabo suelto

CON MAYÚSCULA sorpresa reportaron los principales medios nacionales el nombramiento en Campeche de Jorge Luis Lavalle Maury como secretario de Desarrollo Económico.

El distinguido “prianista” que se incorpora al gabinete de Gobierno morenista aun portando el brazalete localizador, que debe usar para seguir gozando del beneficio de llevar en libertad su proceso por los supuestos delitos de corrupción denunciados por el exdirector general de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, quien lo acusó de haber recibido presuntamente sobornos de más de 97 millones de pesos de PEMEX y la empresa brasileña Odebrecht para aprobar la reforma energética de Peña Nieto en 2013.

Dinero que le habrían entregado a través de su entonces mano derecha, otro campechano, Rafael Caraveo, quien se hizo famoso por los videos donde aparece metiendo en una maleta los fajos de billetes que después, aseguró, le entregó a Lavalle y a otros legisladores del PAN y del PRI.

“De acusado y encarcelado por dichos de Lozoya, a flamante funcionario de la 4T…”. “De los “moches” de Peña Nieto al equipo de Layda Sansores”, son ejemplo de algunos de los titulares sobre la designación del exsenador que pasó año y medio en el reclusorio norte durante el sexenio de López Obrador.

Mientras tanto en las redes sociales algunos personajes de MORENA no se salvaron de las preguntas: ¿Qué dirán ahora los morenistas que arremetieron en su momento señalando los supuestos sobornos recibidos por “Pashita”?, como es el caso del presidente del Poder Legislativo Antonio Jiménez. ¿Ahora se atreverá a manifestar que no está de acuerdo en la nominación de un político de derecha y cercano a Felipe Calderón?

La otra duda: con los procesos judiciales en su contra “vivos”, Lavalle no puede salir del país pues si así lo hiciera de inmediato lo regresarían a prisión, ¿cómo le hará para la tan necesaria atracción de inversiones extranjeras al Estado, las traerá por Zoom o por WhatsApp?

Menudo problema.