Escrito por NCS Diario el noviembre 26, 2024
De vez en ves, de vos en voz
Salancalanconito visita a San Judas Tadeo
Reynaldo j. Reyes Viana
Salancalanconito despierta temprano para encontrarse con el santo de las cosas imposibles y sabe de antemano lo ocupado que este se encuentra porque la gente desconsiderada desea las cosas fáciles y se han acostumbrado a pedir, sin dar, no entiendo quien los fue mal acostumbrando, así que uno de los santos más visitados cada fin de mes es San Judas Tadeo y aprovechando que el Papa envió las reliquias a México para que la gente se sienta más cercana al santo. Salancalanconito sin tantos bemoles llega junto al santo con la mirada y una reverencia hace que el santo lo atienda.
¿En qué puedo servirle? le dijo San Judas.
Bajando la cabeza, en son de respeto, Salancalanconito le saludó campechanamente y le comentó que después de haber participado en sus fiestas de octubre decidió visitar el folclórico pueblo de Pomuch para aprender y entender cómo aman a sus fieles difuntos, pero la infraestructura del poblado ha sido rebasada y la gente tiene que caminar largas distancias para entrar al zocalito del pueblo para presenciar las alegres comparsas.
Cuando terminó el desfile, procedí a caminar para trasladarme a Campeche. Donde cené y acompañé la cena con una cerveza. Terminé de cenar me subí al vehículo y a 200 metros fui detenido por un operativo policial. El joven que me tocó era muy amable y me dijo que era por la seguridad de la sociedad que hacían tal operativo y me pidió que soplara lo cual hice, pero como no vio nada, pidió de nuevo que soplara y es entonces que afirma que rebasó el límite de alcohol en la sangre.
Yo no podía creer que así me estuvieran ayudando, me hicieron pasar una noche en un lugar que ellos llaman torito. Doce horas incomunicado y mi vehículo no me permitieron sacarle nada, que me iban a proporcionar una nota detallada de lo que había dentro. Caso curioso, en El torito me encontré a un policía que fue corrido por querer exigir sus derechos y él me ilustró al decir que ese operativo tiene que sacar su cuota para recuperar y justificarlo por eso actuaron así con usted porque es ilegal que le pidan soplar dos o tres veces porque se condensa y aumentan los niveles y como usted es tranquilo buscan que usted pierda los estribos y le aumenten la multa.
Pero eso no es ético, le dije al expolicía y me contestó que ellos sólo cumplen órdenes. Al día siguiente fui a pagar la multa y me indicaron que con ese papel fuera a las oficinas de la grúa y pagara. Lo cual hice y luego me indicaron que me dirigiera al corralón que se ubica frente a un deshuesadero de carros. Hice lo que me indicaron. Entregué la nota me hicieron sacara el vehículo y al hacer una revisión rápida noté que me robaron el USB, un llavero de plata, unos lentes que costaron cuatro mil 500 pesos y la gasolina. Se nota que le dieron su hauchicoleada. Y cuando le pregunté al responsable mal encarado, sólo respondió: «Así lo trajeron». A quien te quejas, por eso vine ante usted…
Señor mío, entonces es una falacia la protección que dicen dar a la ciudadanía porque sí hay a quienes se pasan de los límites del alcohol en la sangre, pero el robo hormiga a los automóviles es el común denominador. Ahora bien, porque el uso de las grúas, que dicen contar con un corralón y es otra mentira, el carro entra a un terreno de tierra virgen y no hay techo. Se puede entender que es un negocio mancomunado ¿no le parece señor? Hasta ahora me doy cuenta por lo que dices y viviste. Yo pensaba otra cosa hijo.
Y ¿será que ningún Gobierno quiera servir a la ciudadanía como se lo merece?
Ay hijo, la vida política de tu país es una especie de democracia dirigida, así le gusta al pueblo.
Entonces ¿no me podrá ayudar San Juditas?… Únicamente en este país es muy difícil actuar contra esas leyes de la policía porque los superiores lo permiten. Tus apreciaciones son correctas, recuerda que lo mal habido jamás trae felicidad. La educación es la única que puede hacer crecer a la sociedad. Una sociedad educada no delinque… ¿no crees?
Si señor gracias por su generoso tiempo y consejo.
Salancalanconito emprendió la retirada sin saber a dónde iba. La mirada de San Judas se notaba meditabunda por primera vez…
Hasta la próxima de vez en ves de vos en voz.