Escrito por NCS Diario el noviembre 15, 2024
Así las cosas…
El transporte público urbano
Varios han sido los intentos por modernizar el transporte público de pasajeros en la ciudad de San Francisco de Campeche. Y el foráneo, cuando creímos que estábamos condenados a viajar al interior del estado en las vetustas unidades del llamado servicio de segunda clase con terminales sobre la avenida Gobernadores, con horas de espera para abordar y para llegar al destino porque paraban en todos los pueblos, aparecieron las combis rojas y blancas que hacen más rápidos los traslados al norte y sur del estado.
Cabe mencionar que estas combis no están en la actualidad en las mejores condiciones, es decir hace falta renovarlas.
Pero centrémonos en el tema de la ciudad. En el pasado se trajeron del entonces Distrito Federal tres o cuatro unidades de los llamados Delfines, muy parecidos a los autobuses chinos que empezarán a circular en enero del próximo año, sino ocurren imprevistos. Sus recorridos estaban limitados a las avenidas Gobernadores, Central y Circuito Baluartes por la longitud de los mismos.
Como no aliviaron el problema del servicio malo, porque por sus dimensiones no podían entrar a los barrios tradicionales y colonias; los autobuses eran insuficientes y la espera en los paraderos tediosa y en muchas ocasiones infructuosa, porque venían repletos con gente colgada, con apenas medio pie en los estribos, obligando a caminar a la escuela, al mercado o a los centros de trabajo, surgió la idea de renovar la flotilla con minibuses.
Y si eran más ligeros, utilizaban menos combustible y por ende las ganancias eran mayores para los concesionarios del servicio. Al principio parecía que se iba por el camino correcto, que al fin habían encontrado la solución. Sin embargo, no adquirieron el número suficiente para atender la creciente demanda, por una sencilla razón: obligarían a los dueños atender rutas que no eran redituables y tendrían pérdidas, como pretextan en la actualidad la empresa que cubre la ruta Lerma-Mercado y antes la de Mercado-Bethania y Mercado-Lomas.
Por eso surgió el Transporte Urbano Municipal (TUM), desaparecido en la pasada administración municipal que, si bien no fue la solución, si vino a atender en parte las necesidades de los habitantes de esas colonias y comunidades abandonadas. La historia la conocen de sobra: se convirtió en la caja de las administraciones municipales hasta llevarlo a la quiebra. Como olvidar que llegó el momento en que tenían 20 administrativos, tres camiones y seis choferes.
En la administración del gobernador Jorge Carlos Hurtado con el mismo objetivo se aprobó la Ley de Transporte, que “terminaría” con el monopolio del servicio de transporte, llámese taxis y autobuses, para dar paso a cooperativas, a la inversión y a la incursión de más interesados en prestar el servicio. De esta manera se tendrían más unidades y se haría eficiente. La intención era buena, ahí quedó.
Hoy en día, lo sabemos y vivimos diario, la gran mayoría de taxis y casi todos los autobuses están en mal estado, con un servicio de cuarta que da pena ajena. No toda la responsabilidad recae en los concesionarios, que para llorar se pintan solos. Están involucradas las autoridades que no han prestado la atención debida a este tema, incluyendo las tarifas que la mantuvieron rezagadas durante años y son parte del problema, así como de sus consecuencias.
Viene un nuevo intento que se ha venido postergando desde hace dos años por razones y motivos diversos: que, si no se llegó a un acuerdo con Mobility ADO y que los proveedores chinos se atrasaron en la entrega, entre otros.
Esperemos que el próximo año se concrete y que la espera valga la pena, ya nos merecemos un mejor servicio.