Escrito por NCS Diario el noviembre 6, 2024
Ningún cabo suelto
ESTALLÓ la bomba. Se cansaron los camaroneros y un centenar de armadores y pescadores tomaron ayer las oficinas de la Capitanía de Puerto de la Secretaría de Marina y cerraron por varias horas la carretera del poblado pesquero de Lerma.
Se manifestaron los dueños de los barcos y los trabajadores contra Jean Paul López Rodríguez, el Capitán que desde hace un mes los tiene en paro porque no les quiere dar los “despachos” que necesitan para salir a la pesca.
Pero no es la primera queja. Este personaje se ha convertido en una pesadilla para la flota campechana desde que llegó procedente de Baja California, donde tampoco terminó bien con los pescadores de aquella entidad.
Con los camaroneros campechanos se la ha pasado perjudicándolos con revisiones ilegales y poniéndoles todo tipo de trabas para su actividad, además de que aseguran siempre está fuera de la ciudad, particularmente en Mérida, no se presenta a sus oficinas en semanas completas y realiza arbitrariamente cobros -que rechaza y vuelve a cobrar- por los derechos y certificaciones de las embarcaciones.
Aseguran los empresarios que la actuación prepotente de Jean Paul López está terminando de aniquilar a la flota, al tenerlos, después de seis meses de veda, con los barcos llenos de diésel y avituallados con agua y alimentos, pero sin poder trabajar. Además, es autoritario y soberbio, porque no le hace caso ni le responde a ninguno de los que han tratado de mediar en la situación, como el caso de las reuniones que se han llevado a cabo con la participación de la Secretaría de Gobierno del Estado.
Bien dicen que mucho ayuda el que no estorba y si además de estorbar, está provocando conflictos en un sector social y económico como el pesquero, particularmente con los camaroneros que llevan años luchando para que no se extinga una actividad que ha sido histórica para el Estado, entonces ya sabemos dónde hay que mandar a este ineficiente y déspota Capitán de pacotilla.