Están a tiempo

En un buen momento están los funcionarios estatales y del Ayuntamiento de Campeche de reflexionar sobre lo que están haciendo mal y han dejado de hacer, porque si realizan una encuesta entre los ciudadanos se darán cuenta que la percepción generalizada es que no están haciendo su trabajo y que han convertido la administración pública en oficinas de quejas y conflictos.

Qué mejor que estos días de descanso por las tradiciones para el análisis, la autocrítica y la autoevaluación. Es una buena oportunidad, porque está por terminar un año más y si bien no seguimos en las mismas, tampoco se ha avanzado gran cosa.

Es triste y lamentable que mientras nuestros vecinos de Yucatán y Quintana Roo anuncian con frecuencia proyectos que se materializan, generan empleos, derrama económica y desarrollo, aquí sigamos enfocados en pleitos por el Tren Ligero o por el asfalto. Es decir, nimiedades y banalidades, que no conducen a nada.

¿Qué nos dice esto?

Que nuestros funcionarios no tienen nada mejor que hacer y debido a esta situación están enfocados en pugnas estériles para distraer, para generar simpatías y antipatías de uno y otro lado, para perder el tiempo y “desquitar” el salario que devengan quincenalmente, que no es nada despreciable. De ahí que no veamos resultados, no los que exige la realidad actual que estamos viviendo como Estado y Municipio.

Se están reencarpetando las carreteras federales, estatales y las calles de la ciudad de San Francisco de Campeche no por iniciativa de las autoridades, que hubiera sido lo esperado porque están para atender las necesidades, sino como consecuencia de un bloqueo que duró en esta ocasión casi un día y por las constantes quejas ciudadanas.

Como han dejado de hacer y cumplir, se han acumulado las necesidades de servicios y de obras que, debemos decirlo, teniendo como resultado el abandono en diversas zonas de la geografía estatal y el Municipio de Campeche, donde tal parece que la labor principal está enfocada a limpiar los camellones y arriates. No es el único, son 12 y el que se salva es Carmen, aunque también tiene carencias.

No podemos aspirar a otro nivel cuando se hace solamente lo necesario. No podemos aspirar a competir, cuando seguimos en las mismas porque no hay visión, gestión, ni deseos. No es regalando todo lo que se tiene al alcance como vamos a salir adelante, como el Estado accederá al desarrollo que tanto tiempo llevamos esperando.

Es con trabajo y más trabajo como puede lograrse, pero al parecer a los funcionarios no se les da, prefieren quejarse, victimizarse y confrontarse. Prefieren los “me gusta”, los emojis y comentarios salidos de las granjas de bots para autoengañarse y mandar el mensaje de miles de “simpatías” y “apoyos” a su favor.

Prefieren los discursos triunfalistas para justificar lo que han dejado de hacer, desajenarse de las obligaciones que contrajeron al asumir el cargo y aparentar que todo está bien, cuando saben que han hecho muy poco y sus compromisos se quedaron en el aire.

Se les está haciendo tarde.