Escrito por NCS Diario el octubre 22, 2024
Ningún cabo suelto
TUVO QUE OCURRIR UNA TRAGEDIA para que voltearan a ver y se dieran cuenta que las carreteras federales y estatales se encuentran en pésimas condiciones. La única vía que se salva es la Campeche-Mérida.
Cabe mencionar que no es la primera vez. En el último lustro muchos maestros han muerto en el traslado a las comunidades donde trabajan.
Las muchas voces que venían protestando porque se salieron de la cinta asfáltica, rompieron su vehículo y hasta fueron a parar al hospital, se las llevó el viento.
Lo que está ocurriendo es consecuencia del abandono del sexenio de Andrés Manuel López Obrador porque no se destinaron recursos para el mantenimiento carretero y así lo reconocieron funcionarios de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT). Todos fueron a parar al Tren Maya y al acueducto de Xpujil que, dicho sea de paso, no está funcionando como dijeron el día de la inauguración.
Con ese cuento se dejó pasar, se dejó de hacer y se están pagando las consecuencias. Lo malo es que son personas inocentes las víctimas.
Se requerirán miles de millones de pesos para hacer carreteras nuevas, en las que no tienen remedio ni hay manera de repararlas y para rescatar otras.
Para acabar pronto, las carreteras del Estado son un símil de las calles de la ciudad de San Francisco de Campeche, con las debidas proporciones claro está.