Escrito por NCS Diario el octubre 10, 2024
Ningún cabo suelto
UNA BUENA refrescada de memoria le dieron a la diputada federal plurinominal de MORENA, Rocío Abreu Artiñano. La legisladora carmelita designada como presidenta de la Comisión de Energía de la Cámara, fue protagonista el miércoles durante la sesión para aprobar una nueva reforma a la Constitución, ahora en materia energética, para modificar los artículos 25, 27 y 28 y regresarle a Pemex y a la CFE el estatus de “empresas públicas del Estado”.
Rocío Abreu en el debate subió a la tribuna y con muchas ínfulas dijo hablar “a nombre del pueblo”, acusó a la oposición de ignorantes, de no tener argumentos, mentir e inventar al votar en contra de la propuesta.
Como era de esperarse su acción provocó una reacción, o en su caso un buen recordatorio de su carrera de “chapulina” política cuando la diputada panista Josefina Gamboa Torales le echó en cara como en el 2013 Rocío Abreu, también como diputada federal pero entonces priista, votó por otra Reforma Energética, la de Enrique Peña Nieto, de la que ahora reniega: “Este dictamen está tan lleno de mentiras como las que acaba de venir a decir una diputada de Morena, que antes era del PRI”, “hoy a cambio de un hueso, y acá tengo también los videos con el billetón que le daban en Campeche…¿Cómo no?, diputada así hasta la memoria cambia”, le restregó la diputada del PAN a Rocío Abreu al recordarle los videos en los que apareció en febrero de 2023 recibiendo fajos de billetes en la oficina del palacio de Gobierno de Campeche, presuntamente grabados cuando aun pertenecía al grupo político del exgobernador y hoy dirigente nacional del PRI, Alito Moreno, con quien se peleó para brincar a la 4T.
Rocío Abreu es un caso emblemático para los políticos, haciendo honor a aquella frase de que para tener la lengua larga hay que tener la cola corta. Si ella padece de una conveniente amnesia los demás no; está grabado y consta en los archivos como hace casi 11 años defendía en México y en reuniones en el extranjero otras reformas, de otra ideología, por otro partido y otro proyecto político y desde su curul también votaba a favor.
Y quién sabe, a lo mejor en un futuro no tan lejano, si no obtiene lo que quiere volverá a acomodar su discurso siguiendo como regla de oro la frase “Estos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros”.