Ningún cabo suelto

AHORA SÍ, la promesa es palabra presidencial. Ayer en el Zócalo de la Ciudad de México la primera mujer presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, investida con la banda presidencial anunció el compromiso de un “programa especial para Campeche y Tabasco, para aumentar la producción de arroz, leche y carne, garantizando la protección de la selva”.

Además comprometió la inversión en el puerto de Seybaplaya, la renovación de carreteras en la región y la culminación del proyecto del Tren Maya como transporte de carga en toda su extensión de 1,500 kilómetros, de los cuales la mitad atraviesan nuestro Estado.

También la ampliación de la carretera que va de Macuspana, Tabasco a Escárcega, Campeche.

La de ayer fue una jornada política inédita; por primera vez el país tendrá una mandataria al frente del gobierno federal. Claudia Sheinbaum llega con ese “bono” histórico a ocupar el despacho principal de Palacio Nacional y seguramente por eso ayer sus mensajes ante el Congreso y el que dirigió desde la Plaza de la Constitución a reventar, tuvieron una carga emotiva , diferente a todo lo que vivimos con sus antecesores hombres.

Aseguró cosas importantes para la estabilidad del país, indicó que las inversiones estarán seguras y que se respetará el Estado de Derecho, requisito fundamental para que las empresas nacionales y de capital extranjero sigan confiando en México para establecerse y crear nuevos empleos.

Es su momento y el de la culminación de una hazaña por la que lucharon millones de mujeres, pero también muchísimos mexicanos más; tiene la preparación personal, la formación académica y la experiencia política para no defraudarlos.

Si a la primera mujer que encabeza el Gobierno de México le va bien, nuestra nación dará un enorme paso y por supuesto a Campeche le conviene para que cumpla con creces su palabra empeñada.