Ningún cabo suelto

No han rendido protesta como diputados locales, todavía no son un grupo parlamentario legalmente constituido, pero los priistas Salim Abraham Quijano, Delma Rabelo y Miguel Pool, ya fueron a ponerse a las órdenes de la mayoría de MORENA en el Congreso del Estado, representada por su coordinador Antonio Jiménez Gutiérrez, con quien se reunieron el lunes.

Totalmente fuera de lugar e innecesario lo hecho por los tricolores, de quienes ya había dudas sobre que tan pronto iban a sucumbir a los conocidos “cañonazos”, que acostumbran los morenos para tener el control de una oposición entreguista.

A las horas, publicaron los priistas un comunicado a través de su vocera, en el que aseguran “aquí no estamos a la venta” y como se suele decir: a explicación no pedida, acusación manifiesta.

También dicen que fue “una reunión institucional y estrictamente de trabajo”. Nos preguntamos, ¿y trabajaron sobre qué?, si aún no han presentado ni siquiera su agenda legislativa; ¿institucional?; tampoco, porque si pretendían que su encuentro así lo fuera, debieron haber invitado a quienes todavía por unos días más son formalmente los representantes que le quedan al PRI en el Congreso del Estado: la diputada Laura Baqueiro y el diputado Ricardo Medina, a quienes nunca informaron de su agenda con Antonio Jiménez.

Por donde se le quiera ver y a pesar de sus justificaciones, quedaron mal, deberían recordar que por la desesperación de querer estar en el “foco” se les puede quemar la retina y empezar a dar palos de ciego.

Ya los veremos en unos días si de verdad van a cumplir con su promesa de “ser la oposición que dará la batalla para defender a Campeche”, o como hicieron varios de sus excompañeros de partido de la actual Legislatura terminan colaborando con el partido gobernante.

Que empiecen las apuestas.