Escrito por NCS Diario el agosto 16, 2024
Así las cosas…
El pulpo
Como cada inicio de temporada, la especie escasea en los litorales de Campeche, sobre todo en donde se hace muy poco o casi nada para cuidarla, que es en la mayor parte del estado lamentablemente.
Hay que decirlo: una parte de los pescadores y permisionarios todo el año se la pasan depredando el molusco y otras especies, con la anuencia de la Secretaría de Marina, la Comisión Nacional de Pesca y las dependencias estatales del ramo, cuya presencia cada vez es menor, sin los operativos a los que están obligados y son parte de su funcionar.
Otra parte de los hombres del mar si cuidan el pulpo, el ejemplo mejor son los habitantes de Isla Arena que, por lo mismo, desde el primer día del fin de la veda obtienen buenos volúmenes, que hace redituable la actividad y hacia donde enfilan sus embarcaciones lo mismo pescadores de Champotón, que Campeche y Celestún, Yucatán.
Como es de suponerse genera inconformidad y enfrentamientos, y en los últimos días han quemado una embarcación y detenidos vehículos, más lo que se acumule de acá al 15 de diciembre que se cierra la temporada que apenas se abrió el primer día de este mes. No es la primera vez que lo hacen.
¿Por qué recurren a estos extremos?
La respuesta es sencilla: porque las autoridades encargadas de vigilar y sancionar, los ignoran, como han ignorado la presencia de buzos, de artes de pesca prohibidas (entre las que ya se hicieron de uso frecuente los compresores, los bloques y las llantas) y la captura en temporada de veda. Literalmente los funcionarios federales y estatales nadan de muertito, lo permiten bajo el pretexto de que no disponen de recursos económicos y humanos para hacer frente a esta situación, convirtiéndose por lo mismo en el problema que nunca se acabará.
Y les asiste la razón a los pescadores de Isla Arena cuando defienden el sustento de sus familias, que se encargan de cuidar celosamente que no se sobreexplote. No es que sea propiedad de ellos el mar, por supuesto que no, pero no se vale que quienes están acabando con el pulpo por prácticas ilegales extiendan los daños hacia otros lares, ante la incapacidad y complicidad de las instituciones y autoridades encargadas de cuidar la preservación de las especies y del medio ambiente, que se han quedado en el discurso, en reuniones, porque de resultados nada de nada.
Un ejemplo claro son las declaraciones recientes del director del Instituto de Pesca del Gobierno del Estado, Edward Ceballos Alejandre, días después de iniciada la captura del octópodo y tras las denuncias de la presencia de buzos y la depredación, reconociendo que apenas iban a iniciar los operativos. No es solo él, la Comisión Nacional de Pesca brilla por su ausencia, es un cero a la izquierda, en otras palabras les vale lo que está pasando en Campeche.
Esto explica porque están las cosas como están: mientras unos lanzan gritos desesperados para que frenen lo que está ocurriendo, que están que se los lleva el sueste porque los ignoran; otros siguen haciendo de las suyas con la autorización tácita de los funcionarios del ramo que, como nunca, han dejado de cumplir con su labor. Así de nada sirve más secretarías, procuradurías y fiscalías del medio ambiente, si ninguna hace la tarea.