Algo para recordar

Por Juan José Casanova

El 7 de agosto siempre ha sido de fiesta para los campechanos. Aprovechamos para recordar a don Pablo García y Montilla, nacido en esta tierra, en enero de 1824, ahí en la calle 61 (esquina del Gallo) que fue quien, siendo diputado local en 1857, encabezó a un grupo de gentes liberales y logró la separación de Campeche de Yucatán, convirtiendo a nuestro Estado en libre y soberano.

Esto ha sido motivo para que, en esta fecha, en el siglo pasado, el Gobierno en turno rindiera el informe que marca la Constitución Política del Estado, el cual se trasmitía invariablemente por la XEA, el único medio de comunicación y diversión a mediados del siglo al que me refiero.

Era un día de alegría para todos los campechanos, cuando se escuchaban los acordes del Quinteto Campeche, o la música en los bailes, de Rafael Martínez «Pachalí». Se repartían abanicos de cartón como recuerdo, por parte de las casas comerciales y había verbena en el parque principal, amenizada por la Banda de Música del Estado.

El 7 de agosto, por tanto, es un día muy especial para los nacidos a orillas del mar de Campeche y para todos nosotros, porque como decía don Pepe Aranda -que era chanero- Yo no nací a orillas de mar, pero también soy campechano.