Así las cosas…

Ridículos I

En todos lados se cuecen habas, sin duda. Campeche, no es la excepción y los dirigentes de los partidos por ocurrencias no paran, por deseos de fastidiar tampoco y torpedear las administraciones municipales, donde no fueron favorecidos sus candidatos por los votos ciudadanos, parece que será el deporte favorito en los próximos tres años.

No reconocen la derrota, no saben perder. Está bien que recurran a la ley cuando el margen entre el ganador y el segundo lugar es reducido, pero impugnar hasta donde fueron vapuleados, arrollados y los dejaron tendidos en la lona, con un nocaut contundente, es berrinche, es actuar con las vísceras. Ya no quieren el conteo casilla por casilla y voto por voto, van por la nulidad de elección los del partido Morena en el municipio de Campeche y los de Movimiento Ciudadano, en Carmen.

Hay que decirlo como es: Biby Rabelo de la Torre en la elección del dos de junio rebasó todas las expectativas de la oposición, que auguraba una caída en la votación personal como consecuencia de la falta de agua en la ciudad y de los deficientes servicios públicos. Será una elección de tercios, pronosticamos muchos.

Sin embargo, sus opositores no supieron aprovechar las debilidades y los ataques que le lanzaron los capitalizó, con el agregado decisivo en esta elección del tema de los policías, que en conjunto contribuyeron a elevar la votación muy por arriba de lo estimado, logrando la “blanqueada” en el municipio de Campeche, para decirlo en el lenguaje beisbolero. Moci retuvo la alcaldía y se llevó los siete distritos, uno compartido con Tenabo.

Obviamente tiró a la basura los pronósticos del dirigente estatal de Morena, Erick Reyes, que en cada oportunidad que tenía juraba y perjuraba que los naranjas ya se iban y… no se fueron. Tras la contundente derrota es el más molesto como era de esperarse, está herido en el orgullo, por eso se envolvió en la bandera de la nulidad, cargó sus cajas con las presuntas pruebas del fraude y las llevó al Tribunal Electoral del Estado de Campeche.

Es una reacción para justificar lo que no pudo, su impotencia y para blindarse ante los candidatos perdedores, porque hay que decirlo con todas sus letras: el ayuntamiento de Campeche era la cereza del pastel y se la comió, otra vez, Movimiento Ciudadano. Es decir, fracasó en su objetivo.

En respuesta a esta denuncia, el candidato perdedor de Movimiento Ciudadano en Carmen, Hugo Juárez, también acudió ante el Tribunal Electoral a hacer lo propio por recomendación de la dirigencia estatal de Movimiento Ciudadano, más para ponerse al tú por tú, que por otra cosa.

Es, como en el primer caso, una pérdida de tiempo porque Pablo Gutiérrez Lazarus propinó una paliza al candidato naranja y con su arrastre pintó de guinda el municipio, como lo hizo en las elecciones del 2021. Es decir, repitió la dosis, ganó cómodamente, sin problema, sin contendiente que representara un riesgo a su reelección. Para decirlo en el lenguaje coloquial: fue un domingo de paseo.

En ninguno de los dos casos se van a revertir los resultados o se van a anular las elecciones.

Son deseos de generar incertidumbre y de dejar en claro que no saben perder.

Además, mandan el mensaje a los ciudadanos, por las acusaciones que se lanzan, que son tramposos.