Día del Libro: Leonardo Padura

Sin duda, el más importante escritor cubano en activo es Leonardo Padura. Como referente de la novela policiaca sus personajes cargados de esa expresión cubana, que los hace tan especiales en su forma de vivir la vida, nos conducen siempre a misterios criminales que en su resolver nos llevan a respirar de esa cubanía tan disfrutable.

Su narrativa es cadenciosa, tropical y envuelve. Ligera y sin posturas. Simplemente te deja compartir su mundo en cada página que no puedes omitir alguna. Surgen así personajes que encarnan pasión, desdicha, corrupción e intelecto. Quienes gustan del arte tendrán vistos de las expresiones artísticas vividos en personajes reales y ficticios, muchos caídos en desgracia.

Y es así como en esa escritura policiaca Padura nos muestra desde su primer libro en 1988, «Fiebre de caballos», de su visión crítica velada de la vida política en su país. Lo hace en los modos de vida de sus actores y donde no da pie a juicios de valor personales sobre ello. Sobre eso, él mismo ha expresado que no ha encontrado las circunstancias suficientes para dejar su país y que ese contexto social le sirve como insumo en su trabajo literario.

Padura no hace política como escritor, pero usa los recursos artísticos para mostrar una realidad y tomando distancia para no dar pie a la censura.

El escritor ha incursionado también en otros géneros como cuento y ensayo. Y en la novela histórica como «El hombre que amaba a los perros» sobre la vida y asesinato de Trotski que es un trabajo de investigación novelado imperdible. Y qué decir de «Herejes» donde retoma el momento en la historia cubana cuando se rechazan a miles de inmigrantes judíos en la costa habanera durante la preguerra e incursiona en la obra de Rembrandt para dar contexto a su novela. Varias de sus historias detectivescas fueron llevadas al cine como «Cuatro estaciones en La Habana» y ha sido guionista en otras producciones internacionales. Su narrativa lo ha hecho merecedor de varios premios internacionales como el Princesa de Asturias de España.

Desde su primera novela en 1988 hasta la más reciente «Personas decentes» Padura ha madurado en muchos sentidos, sobre todo, en el tono para convertir sus novelas en escaparates, no solo de una condición humana, sino en la de la precariedad de un régimen donde no todo está dicho ni escrito.

En lo particular, lo he disfrutado tanto que me he estacionado en sus obras en el último año como no lo había hecho en décadas con otro escritor.

Padura… muy disfrutable. Feliz Día del Libro.