Escrito por NCS Diario el abril 15, 2024
NCS DIARIO/OPINIÓN
Columna Sic Sac
Campañas y redes sociales
Las redes se han convertido en el lugar ideal para romper distancias, acercar opiniones, proveer de noticias y crear una comunidad de seguidores que expresan su sentir, te conocen y hacen tu marca más grande.
Hoy en día las plataformas sociales satisfacen la necesidad de los usuarios por compartir sus vivencias, experiencias, logros, promocionar sus habilidades y sus fortalezas que generalmente atraen elogios o reconocimientos. Es uno de los instrumentos más importantes para hacer amigos, aunque algunos las utilizan con intereses mezquinos, divulgando información falsa, provocando dimes y diretes, polémicas que denigran, fomentan la apología del delito y se convierten en un factor de riesgo para la seguridad de los interesados.
En pocas palabras es la esfera donde todo se publica y se desata diariamente una guerra de contenido.
En la política, generalmente los personajes las utilizan como una herramienta de marketing, pero sin una estrategia de calidad no sirve publicar una foto o una propuesta, porque disminuye la posibilidad de realizar campañas exitosas, y provoca una aceptación acotada.
No faltan quienes las han convertido en una simple producción de narrativas. Sin embargo la imagen de un político desde un monitor, no puede reemplazar el carisma y las emociones que se transfieren cara a cara con la gente.
La clave de la comunicación política a través de redes sociales se ubica en los receptores, no en la persona que genera el mensaje. ¡Ups!
Es decir, son el escenario perfecto para avivar entre la audiencia socio digital el diálogo, dirimir diferencias, opiniones y acercar criterios a través de la burbuja informativa. Incluso, es el medio por el cual, es fácil saber un poco de todos.
Como dice el famoso dicho: “Lo que no se publica, no existe”.
Desafortunadamente hay personas que han demeritado su verdadero valor al grado de creer que se puede posicionar cualquier acción cuando en realidad la gente necesita la empatía, el contacto directo, lo cual no se puede vender en una historia de 140 caracteres. ¿Me están entendiendo?
Si hacemos a un lado los bots, las páginas pagadas, los comunicadores a sueldo, y la compra de publicidad programática en Instagram, TikTok, Facebook, veremos la triste realidad en el posicionamiento de muchos aspirantes de los partidos políticos.
Por la ola de violencia desatada en algunos estados del país, que ha cobrado la vida de más de 20 candidatos en lo que va del proceso electoral, en varios estados ya anunciaron que harán más campañas virtuales que eventos públicos presenciales.
¡Recórcholis!
A ese grado hemos llegado y afortunadamente ahí están las redes para cumplir su función; suplir el proselitismo presencial con personas que tienen utilidades similares.
Actualmente se agrega a las campañas la inteligencia artificial. Varios candidatos han convertido a sus fans en sus principales operadores, pero, no se confíen. En las plataformas avanza el que tiene más vistas y reacciones; en las urnas se triunfa con votos.
Los likes no suman en los conteos finales ni en los tribunales.
La mayoría de los políticos no se preparan para conquistar discípulos de carne y hueso y promueven sus redes para hacerse de nuevos clientes, contactos, admiradores o votantes, y uno que otro chiflado, las convierte en verdaderos campos de batalla, rencor y odio.
Arrancaron las campañas locales y el 2 de junio se decidirá el futuro de los que pasaron la prueba del uso eficaz de las redes sociales y de los que están pensando que, con invertirles miles de pesos, ya ganaron.
Buzos, caperuzos.