Escrito por el marzo 27, 2024

NCS DIARIO/OPINIÓN

 

El silencio se ha dejado de escuchar

Es a Francisco Alonso de Bulnes, (1847-1924), nacido en la Ciudad de México, periodista, escritor y político mexicano, a quien se le atribuye el adagio en la época del porfiriato: “Cuando el pueblo dice que es de noche, aunque sea mediodía, hay que ir encendiendo los faroles”.

Cuando se pensaba que se estaba dando una tregua entre el personal de la Secretaría de Seguridad y las autoridades del Gobierno del Estado, donde los primeros piden, entre otras cosas, el cese de la titular de aquella dependencia, a quien acusan que autorizó el que ingresaran elementos de esa corporación en un operativo al CERESO de Kobén, sabiendo que los elementos a su mando no contaban con el armamento necesario para el mismo, donde estos fueron agredidos y algunas de las mujeres ultrajadas.

Los elementos de la policía protestaron ante el mal manejo del operativo, exigiendo la destitución de la titular de la dependencia, así como otras peticiones más.

La titular del Ejecutivo del Estado desde el primer momento se ha visto reacia a cumplir con el primer punto, que es la renuncia de la funcionaria, haciendo hincapié en que mientras ella esté en el cargo, la señora Marcela continuará como secretaria de Seguridad Pública, situación que ha enardecido el ánimo de los involucrados y de la sociedad campechana en general.

El Ejecutivo estatal, en la figura de la licenciada Layda Sansores, está dispuesto a negociar cualquier punto del pliego petitorio, pero de ninguna manera el cese de la titular de la SPSC. A cambio han destituido a dos mandos medios de esa Secretaría; dicen que el hilo revienta por lo más delgado, vaya usted a saber. Y no solo se compromete a cumplir la mayoría de los puntos de la petición, sino otros más no incluidos en el mismo.

En la marcha del pasado domingo, después de cantar el Himno Nacional y nuestro glorioso Himno Campechano, y en la voz de una de los familiares de un policía, esta agradeció a los asistentes por la adhesión a esta causa e iniciaron su caminata hacia la Plaza de la República.

La respuesta a esta convocatoria no solo ha permeado a la sociedad de la ciudad de Campeche, sino a la de algunos municipios del Estado que estuvieron presentes en la marcha del domingo 24 de marzo.

Esto ha trascendido y Campeche, hoy por hoy, se convirtió en noticia nacional en muchos medios de comunicación.

A lo largo del derrotero y a su llegada a la Plaza de la República, los gritos en coro de “fuera Marcela”; “fuera Marcela”; “fuera Layda”, así como pancartas donde se podía leer, entre otras:  todos somos policías; yo soy la mamá de uno de los policías, los más con un “fuera Marcela”, entre otras alusiones más.

Una megamarcha, como se le ha denominado, sin connotación política como seguramente se la atribuirán. Los más a pie, otros en bicicletas, motos, lo que demuestra que esto se está saliendo de control y se debe de voltear a ver con seriedad y preocupación este hecho, aún más cuando está en sus manos la solución.

Algunos medios a nivel nacional hablan de unos 15,000 asistentes, los más moderados de unos 12,000, pero aunque no fuera cierta esta cifra, una movilización voluntaria, sin acarreados, supera para muchos otros, con las expectativas de una convocatoria.

Se leen algunos comentarios en las redes como: Campeche nos vino a dar el ejemplo, Campeche para los campechanos; el pueblo quita, el pueblo pone; fuimos traicionados, la mayoría con un “fuera Marcela”.

Con una Plaza de la República abarrotada se pronunciaron algunas voces para expresar su repudio ante la situación que vivieron muchos policías campechanos en el operativo que se realizó en el penal de Kobén, y el apoyo de la ciudadanía que hoy más que nunca ha arropado y puesto bajo su protección a estos servidores públicos.

Algunos políticos aprovecharon asistir para que los conozcan. Ciertamente su presencia con el mismo valor de uno más de los ahí presentes, pero les servirá para considerar lo escrito por el político español J. Anguita:«No me da miedo el ruido del poder. No me dan miedo los tanques del poder. Me da miedo el silencio del pueblo».  Y ese silencio se ha dejado de escuchar para escuchar el ruido de las voces.


Opiniones
  1. Manuel Cruz Bernes   /   marzo 28, 2024, (9:12 am)

    Estupenda crónica de un momento que además de hoy, alguna vez los que.vengan detrás de nosotros leerán. En ese silencio que hoy las gentes del poder se niegan a escuchar, retumbará su desdén y desprecio con que responden a esa gritería que nos les rompió un solo cristal de su palacio, ni les grafiteó sus paredes con las demandas. Por si algo faltara, el presidente, así con minúscula nos ha ofendido desde su tribuna mañanera sin recato ni la más mínima consideración. Somos nos dijo bobos, manejables, sumisos y o obedientes a las oscuras fuerzas del mal.

  2. Dr. José Luis Góngora R.   /   marzo 28, 2024, (9:14 am)

    Excelente. Bulnes, un baluarte del periodismo de su época, pero además violento y dado a los duelos. Conspicuo personaje, frase afortunada.
    El conflico en campeche, el origen y su dertotero, retratan de cuerpo entero al laydato. Felicidades.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *



Continuar leyendo

Post Siguiente


Miniatura
Post Anterior


Miniatura

Radio Fórmula

97.3 FM

Canción actual

Título

Artista

Background