Ningún cabo suelto

EN MOMENTOS de tensión es cuando más falta hace que aparezca el oficio político, sobre todo tratándose de un tema tan importante como el de la Seguridad Pública.

Ante los hechos ocurridos en el CERESO de Kobén y las inconformidades expresadas por los Policías Estatales, ha sido una buena señal que a pesar de los reclamos de los elementos, el secretario de Gobierno, Armando Toledo Jamit, esté insistiendo en el diálogo para solucionar las cosas.

Aun con la molestia, los policías reconocieron que Toledo Jamit tiene palabra y este a su vez les ha insistido en solucionar sus demandas apegados a la Ley.

Ahí radica la esperanza de que en los próximos días se llegue a acuerdos y se logre lo más importante, que la sociedad campechana esté tranquila.

Además, mantener el diálogo evitará que un asunto de interés general se preste para que algunos lo politicen. Eso no le ayudará a nadie más que a unos cuántos oportunistas muy conocidos, que solo sacan su empatía con los policías en las campañas electorales, pero que el resto del tiempo son unos críticos implacables de los uniformados.