Ningún cabo suelto

POR UN lado la mayoría de las encuestas presidenciales siguen posicionando a la candidata de la 4T, Claudia Sheinbaum en el primer lugar; algunas marcan doble dígito con ventaja de hasta 30 puntos, aunque hay otras que ubican una diferencia mucho más cerrada.

Sin embargo, no se puede negar que después de la marcha del domingo pasado que rebasó todas las expectativas de su convocatoria, algo se sacudió.

La oposición contraria a Morena, a sus aliados y al presidente Andrés Manuel López Obrador, ha empezado a aprovechar los señalamientos contra el presidente. Las investigaciones periodísticas de medios internacionales, principalmente desde Estados Unidos, que vinculan a colaboradores y familia de AMLO con recursos provenientes de la delincuencia organizada, detonaron las tendencias en las redes sociales con la etiqueta de “narcopresidente”.

Andrés Manuel sigue fiel a su estilo y va de frente contra los medios y los periodistas críticos de su gobierno, tachando todo como calumnias. No deja de dar réplica en su mañanera, como él dice, pero lo que pasa hoy, nunca había ocurrido en el sexenio. El que no le esté alcanzado al presidente para darle la vuelta. De seguir así la pregunta es: ¿cuánto tardará la candidata de Morena en resentir el desgaste del presidente en el ocaso de su sexenio y de ahí a pegarle a ella en el resultado de las encuestas?

En el sistema político mexicano los candidatos presidenciales del partido hegemónico, como lo fue el PRI y como surge ahora en la historia Morena como movimiento político, siempre han protagonizado un momento en el que por estrategia marcan una distancia y rompen con su antecesor. ¿Está llegando ese momento para Claudia? Muy pronto lo sabremos.

La exjefa de gobierno inicia el uno de marzo, desde el emblemático Zócalo, su campaña presidencial.